Ha pasado una semana desde el asesinato el pasado jueves en la capital de Haití, Puerto Príncipe, del misionero marianista canadiense Richard E. Joyal, y aunque hay un detenido, no se conoce ni su identidad ni los motivos del homicidio. 

Precisamente ese mismo día las autoridades haitianas explicaban en una rueda de prensa los avances en la lucha contra la delincuencia en el país destacaron los recientes logros en su lucha contra la delincuencia y el crimen en el país (314 detenidos en 6 meses, 10.000 policías para un país de 10 millones de habitantes, y otras cifras).

El sacerdote, Richard E. Joyal, canadiense de 62 años, salía de un banco en el distrito de Delmas, al norte de la capital, con unos mil dólares, cuando dos hombres en una motocicleta se acercaron y le dispararon 3 veces por la espalda. Pero no se detuvieron a robarle ni se llevaron el dinero.

El misionero, nacido en Winnipeg, había vivido en la ciudad de Quebec los últimos dos años. Estaba realizando una misión temporal en Haití y estaba previsto que regresara esta semana junto con 10 jóvenes salesianos que habían estado temporalmente de misión en el país caribeño y cuyos documentos, billetes de avión y permisos estaba tramitando.


El padre Richard era un veterano de calles pobres y peligrosas. Trabajó 20 años en la India con niños de la calle y 4 años en Mindanao, Filipinas, durante los años duros del conflicto con el Frente Moro. También trabajaba la formación y el apostolado vocacional de jóvenes atraídos por el carisma marianista.

El pasado 29 de agosto, un joven marianista de Haití fue asesinado en un tiroteo. “Aún no sabemos por qué”, explicó el responsable de las misiones marianistas en Haití, el padre Gerard Blais.

Tuvimos que sacar de Haití otros tres marianistas, dos canadienses y un francés, después de aquello. Era una situación muy mala y el obispo nos pidió cerrar”. Para pilotar el cierre de la misión marista en Puerto Príncipe, el padre Blais hizo venir a Joyal, “porque estaba acostumbrado a trabajar en situaciones duras”.

Los marianistas cuentan con 1.200 miembros en 38 países, y llevan desde el año 2000 en Haití.

La Policía ha anunciado que hizo una detención pero no ha revelado ningún dato sobre los motivos del crimen ni la identidad de los implicados.

Antes del terremoto de 2010, Haití no tenía más tasa de crímenes y homicidios que muchos otros países latinoamericanos, pero con el terremoto (que dejó libres a muchos delincuentes) hubo un repunte. Según la Policía de Naciones Unidas en el país, en 2010 se produjeron 680 homicidios, en 2011 fueron 908 y en 2012 fueron 1.061.