El Vaticano denuncia que a lo largo del año 2010 han muerto en circunstancias violentas 23 misioneros, cinco de ellos por motivos religiosos. El número es sensiblemente inferior al de 2009, cuando fueron asesinados 37 misioneros.

Entre los asesinados aparentemente por motivos religiosos hay un arzobispo, el italiano Luigi Padovese, presidente de la Conferencia Episcopal Turca. Lo acuchilló su chófer el 3 de junio, aunque la policía no ha podido aclarar los motivos.

También el sacerdote brasileño Rubén Almeida Gonsálves, quien fue asesinado el 20 de mayo por un hombre al que negó el alquiler de los salones parroquiales.

Los dos sacerdotes Wasim Sabieh y Thaier Saad Abdal murieron en el atentado del 31 de octubre a la catedral siro-católica de Bagdad. Murieron para proteger a varias familias y niños de una muerte segura.

El quinto es el sacerdote Christian Bakulene, asesinado en la República Democrática del Congo por ser sacerdote.

Los otros 18 fallecieron durante atracos o por actos de venganza.

El país donde han muerto más misioneros asesinados este año es Brasil, donde ha habido 5 asesinatos; le siguen Colombia con tres, México y China, Congo e Irak con dos.