Un grupo de activistas dejó caer unos restos usados de bombas lacrimógenas vacías en las escaleras ante el altar durante el momento de la comunión en la misa de instalación del nuevo arzobispo de Santiago de Chile, Celestino Aós.

Los cuatro activistas se pusieron a la cola para comulgar, pero al acercarse a las escaleras arrojaron los objetos por el suelo y salieron corriendo, ante el asombro de los presentes y de toda la prensa de la capital chilena. Los carabineros informaron de que detuvieron a dos hombres, por desorden. 

La misa de instalación del nuevo arzobispo atrajo más gestos que buscaban aparecer en los medios de comunicación. En la entrada, siete personas desplegaban una pancarta en la que se podía ver la frase "¿Y el pueblo cuando será consultado?".

Los fragmentos de proyectil lacrimógeno en el suelo, interrumpiendo el momento de la comunión

El nuncio apostólico, el español Alberto Ortega, se refirió a la protesta: “Es una expresión de gente que se ha querido manifestar, no era el momento adecuado ni el lugar oportuno". Lo ha considerado "un pequeño incidente que luego se ha resuelto”, según destacó BioBio.

Alberto Ortega ha sido nuncio en Jordania e Irak entre 2015 y 2019, los años de Estado Islámico, donde ha visto violencias muchísimo más graves y frecuentes.

La situación en Chile

Las protestas en Chile estallaron el 17 de octubre contra la cuarta subida del precio del metro en pocos meses, pero luego se extendieron pidiendo una nueva Constitución. El presidente Piñera llegó a declarar el estado de emergencia desplegando a las Fuerzas Armadas. Desde octubre más de 20 personas han muerto en enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad y más de mil han sido detenidas, según recoge Europa Press. Más adelante, Piñera propuso una "agenda social" e inició un diálogo con todos los partidos.

Los alborotos callejeros han sumado también muchos episodios de violencia anticlerical contra templos y dependencias eclesiales, incluyendo asaltos e incendios contra la catedral de Valparaíso, la de Puerto Montt o la iglesia de San Francisco de Borja, en Santiago, que usa el cuerpo de Carabineros.

El nuevo arzobispo

En este contexto, el nuevo arzobispo, Celestino Aós, capuchino español en Chile desde 1983, predicó en su sermón: “Pasamos por días de agitación, de división y ataques, la división, la injusticia, la mentira, la violencia, son contrarios a nuestra condición cristiana, a nuestro compromiso bautismal (…) Ningún cristiano puede quedarse de observador, menos aún de censor o de condenador; todos debemos preguntarnos ¿qué es la voluntad de Dios para mí? o con frase más familiar ¿qué haría Cristo en mi lugar?”

Celestino Aós, en su misa de instalación como arzobispo de Santiago de Chile

Aós, franciscano capuchino, fue nombrado como nuevo arzobispo de Santiago de Chile por el Papa Francisco el 27 de diciembre de 2019, tras nueve meses de ejercer como Administrador Apostólico en la capital del país.