Con la llegada de temperaturas más frías y al acercarse el invierno austral, hay una escalada de casos de coronavirus en Argentina. El martes 18 de mayo de 2021 se registraron 35.000 nuevos casos y 745 muertes, las cifras más altas desde el inicio de la pandemia, que ya acumula 71.000 fallecidos en el país.

Las autoridades sanitarias han anunciado medidas extremadamente restrictivas a través del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del pasado 30 de abril, que incluyen el suspender completamente todas las actividades deportivas, sociales, recreativas y religiosas en espacios cerrados.

En espacios abiertos -pero ya hace frío- se permiten reuniones de hasta 10 personas.

Estas medidas extremas se aplican, por ejemplo, en la Provincia de Buenos Aires (15 millones de habitantes) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (3 millones de habitantes) y otras provincias.

En ese contexto, la Corporación de Abogados Católicos (que existe desde 1935) ha presentado una acción de amparo considerando que el DNU vigente entre el 30 de abril y 21 de mayo "viola flagrantemente la libertad de culto y la libertad religiosa garantizadas en la Constitución Nacional y en los Tratados de Derechos Humanos”.

“La suspensión ha sido total, es decir sin excepción alguna, ni aun cumpliendo aforos y protocolos, lo que consideramos prohibido por el artículo 27, inciso 2, de la Convención Americana de Derechos Humanos”.

La norma viola "todos los principios de necesidad, proporcionalidad y temporalidad establecidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”.

También se “causa mayor daño que el que se quiere evitar exponiendo a los fieles a las inclemencias del tiempo con riesgo a su salud", dijo la Corporación en relación a la realización de misas y otros cultos al aire libre con un máximo de 10 personas.

En la acción de amparo, los abogados también manifestaron su sorpresa de “que se prohíban las celebraciones más tradicionales y sagradas en los templos, pero no programas televisivos en vivo de mero entretenimiento, que no poseen carácter informativo alguno”.

También protestó el obispo Alberto Bochatey, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral de la Salud, en declaraciones el 15 de mayo en el programa “Claves para un Mundo Mejor”.

Obispo Bochatey: "el culto no es como el fútbol ni el teatro"

Bochatey, obispo Auxiliar de La Plata, aseguró que decretar que solo 10 personas puedan asistir a Misa al aire libre y ninguna en espacios cerrados son medidas “totalmente inconsultas, desproporcionadas”.

Bochatey aseguró que en una reunión con el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, se habló de “separar el culto religioso de otras actividades como el fútbol, un restaurant, un espectáculo teatral, porque el culto no es una cosa más, tiene una entidad fenomenológica totalmente diferente y tiene que tener su categorización específica”.

En segundo lugar, dijo que “el culto es una actividad mucho más estática, la gente no se toca, está en su lugar, el saludo de la paz que es el único momento de intercambio se ha suspendido hace tiempo. Por lo tanto, la posibilidad de contagio es infinitamente menor”.

En ese sentido, pidió mantener el criterio de las normativas iniciales del gobierno, “de un 30% de aforo de acuerdo a la capacidad del templo”.

Recordó que existe “un derecho humano ancestral a vivir nuestra religiosidad, nuestra piedad, nuestro culto y que esto no lo puede ni conceder ni quitar un gobierno de turno. Eso pertenece al ser humano, es un derecho humano que va más allá de cualquier realidad de gobiernos y de circunstancias. El gobierno, por supuesto, tiene la autoridad que le compete para actuar en estos momentos de pandemia”.

También protestan los obispos de Santa Fe

Los obispos de la provincia de Santa Fe también manifestaron su "desconcierto y convencida disconformidad" por las medidas restrictivas de las autoridades provinciales que se ampararon en el DNU.

“Comprendemos la necesidad de adoptar medidas sanitarias para luchar contra la pandemia, cuidando así la salud de nuestro pueblo. Sin embargo, las mismas deben ser aplicadas con el máximo respeto a los derechos y garantías consagrados por nuestra Constitución Nacional”, declararon en una nota.

La religiosidad es el alma de los pueblos latinoamericanos, por eso la dimensión religiosa de la persona humana es un aspecto esencial del bienestar integral de la población y el fortalecimiento espiritual de las personas; por lo cual las medidas y disposiciones que tomen las autoridades deberían atender siempre a su resguardo”, sostuvieron los obispos de la provincia de Santa Fe.