La Junta de Castilla y León, dirigida por un gobierno de Partido Popular y Ciudadanos, sigue atacando el derecho a la libertad religiosa de los católicos de la región y discriminando a la Iglesia con respecto a otras instituciones y sectores.

El aforo de las iglesias sigue limitado a un máximo de 25 personas sin tener en cuenta el tamaño o capacidad del templo. De este modo, en una misa en la catedral de Burgos, la de Valladolid o la de León tan sólo pueden asistir poco más de dos docenas de fieles a pesar de que su capacidad es mucho mayor.

Así lo denunció durante la misa del Miércoles de Ceniza el cardenal Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid. Lo que más ha dolido a los obispos de la región es que mientras a la Iglesia le imponen un número máximo de 25 asistentes en otros sectores como cines o teatros sí se ha aplicado el porcentaje de aforo, en este caso un 33%.

El cardenal Blázquez, arzobispo de Valladolid, se ha manifestado contra esta decisión política: “Lamentamos que continuemos en la misma situación. La gente puede ir a los cines o a los teatros con un tercio del aforo, pero a nosotros nos limitan a 25 personas”.

 

Así, denunció este límite “impuesto nuestro Gobierno para ir a Misa” pese a estar “en esta inmensa catedral”, por lo que se trata de una decisión que “ciertamente nos discrimina”. Por ello, asegura que comprende las limitaciones, “pero no ser discriminados para venir a misa”.

Ya el pasado 6 de febrero, la Archidiócesis de Valladolid emitió un comunicado sobre este mismo asunto donde decía que “el cumplimiento de las leyes no exime del deber ciudadano de criticarlas y solicitar su modificación. El hecho ocurrido, en su lugar y contexto, pone de manifiesto, en nuestra opinión, que esta norma, no guarda elementales principios de justicia y proporcionalidad”.

“No nos parece adecuado que el criterio de ese mayor esfuerzo sea una limitación de aforo expresada en términos absolutos –máximo de 25 personas por templo– cuando la superficie y volumen de los miles de templos, ermitas y capillas que hay en Castilla y León es muy diversa. Creemos que el criterio proporcional que se ha sido seguido en España durante las diversas fases de la pandemia es más justo”, agregaba el comunicado

El texto diocesano explicaba además que “el criterio del 'numerus clausus' es injusto por desproporcionado, ya que impide el ejercicio del derecho fundamental de la libertad de culto (art. 16, 1º de nuestra Constitución) a personas que podrían ejercerlo en tantos de nuestros templos que, aun con estricta limitación proporcional de aforo, podrían acoger a más de 25 participantes sin poner en riesgo la salud propia y ajena”.

“Se admite que en las aulas puedan agruparse alumnos; en las fábricas, trabajadores; en trenes y autobuses, viajeros; en los mercados, compradores (como en el anejo a San Benito en el que a la misma hora había más personas que en el templo con un aforo menor). Sin embargo, la participación en el culto cristiano se considera algo prescindible. Es muy importante que los católicos compartamos con nuestros conciudadanos y hagamos llegar a las autoridades esta convicción de fe que, además, es un derecho constitucional”, denunciaba además el arzobispado.