La Declaración de Derechos del Niño, de 1959, lo tiene claro en su principio 7: "El niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. [...] El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tiene
la responsabilidad de su educación y orientación;
dicha responsabilidad [de educar] incumbe en primer termino A LOS PADRES". Y en el principio 6 dice: "Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y
bajo la responsabilidad de sus padres".
Pero hay muchos
organismos de tradición estatalista, o postcomunista, que consideran que los padres son una especie de mal a evitar y
que los hijos son una propiedad del Estado. Y no en la China comunista o la antigua URSS, sino en el Occidente actual.
En este ambiente,
el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla (
www.enticonfio.org)
, criticó el pasado miércoles noche, durante una mesa redonda,
que el Estado trate de «arrebatar» a los padres la educación sexual de sus hijos.
Una alternativa con virtudes
Así lo denunció durante la mesa redonda 'La Educación Afectiva y Sexual en la Infancia', en la que se presentó el proyecto '
Aprendamos a amar'; una colección de libros destinados a niños y adolescentes para enseñar sobre «afecto y sexualidad» de la Fundación Desarrollo y Persona (
www.desarrolloypersona.org).
Según los editores, estos libros enseñan «el valor infinito del cuerpo como lugar en el que la persona expresa
el misterio inabarcable de su interioridad; el valor infinito del beso y la caricia; el deseo de amar y ser amado; de la entrega a la persona, de vivir y transmitir la vida».
El obispo ha asegurado que «todos somos conscientes de la batalla cultural impuesta» que busca dificultar o impedir
que sean los padres los que impartan a sus hijos la educación sexual y afectiva. «Aún cabe la esperanza» de que los niños mantengan «su derecho a la inocencia», dijo.
Ideología de género, fuente de heridas afectivas
En la «custodia de la inocencia», según el obispo,
la ideología de género eleva el sexo y la sexualidad «en heridas afectivas» que se podrán «sanar» con los «valores de la integridad y el amor».
«La inocencia no ha sido acompañada para encontrase con una realidad afectivo sexual y el sentido de la sexualidad que está ligada al sentido de la vida», ha afirmado el obispo.
Asimismo, ha insistido en que
la sociedad «sufre muchos desórdenes» debido a una vivencia de una sexualidad «sin sentido que produce la pérdida de libertades» pero, ha añadido, se puede solucionar «con tratamientos terapéuticos y espirituales».
El obispo Munilla ha publicado, junto con la pedagoga Begoña Ruiz, el libro
"Sexo con alma y cuerpo", dirigido a adultos jóvenes.
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