La FIFA ha reconocido que censuró una imagen de Neymar en la que el futbolista del Barcelona y de la Selección Brasileña
luce el lema “100% Jesús” estampado en una cinta elástica ciñendo su cabeza.
La organización mundial del fútbol, presionada por la polémica al descubrirse la manipulación, ha explicado que
lo borró “para evitar herir sensibilidades”. Aunque al hacerlo, haya pisoteado la única sensibilidad que de verdad está en juego,
la libertad religiosa, tal y como están denunciando activamente organizaciones internacionales pro derechos civiles.
El vídeo formó parte de la producción de la
última gala de entrega del Balón de Oro, celebrada en Zúrich el pasado 12 de enero. Aparecía Neymar junto a otros jugadores del Barcelona, celebrando uno de los títulos ganados la pasada temporada.
El delantero brasileño vestía una banda elástica de color blanco en su cabeza, con el lema cristiano impreso en letras negras, que fue pixelado en la sala de edición. Neymar y su familia son seguidores de uno de los
grupos evangélicos que predican en Brasil. Poco después de la ceremonia, empezó a circular en las redes digitales la confrontación de las dos imágenes, la original y la censurada.
La imagen real y la manipulada por orden de los dirigentes de la FIFA
Parece que a la FIFA, después de toda la corrupción descubierta entre sus dirigentes, le quedan tiempo y ganas para hundir aún más su reputación con las peores prácticas de
arbitrariedad e intolerancia con los sentimientos religiosos de los demás –por cierto, siempre los mismos sentimientos. Detrás de este nuevo escándalo, no es difícil advertir el deseo de no molestar a los líderes políticos y religiosos de los
países del Golfo Pérsico, de donde viene el nuevo maná financiero de la industria del fútbol, en forma de patrocinios, derechos de televisión y, por lo que parece, también sobornos a dirigentes, a cambio de organizar el Mundial de fútbol en Qatar, a 45 grados de temperatura, según lo que va emergiendo de las investigaciones sobre los escándalos de la FIFA.