Viernes, 03 de mayo de 2024

Religión en Libertad

Las témporas o cómo ir menos de culo


Pensemos en el caso de la familia Plazaola. Mientras un hermano era capitán de Gudaris, el otro hermano era martirizado en Paracuellos del Jarama por los republicanos.

por Luján Artola

Opinión

A los que llevamos a nuestra tierra en la sangre, nos enseñaron desde pequeños, que las Témporas o el tiempo de ayuno era no comer el pan de Kale-Txiki y pedir por la Ama Manuela, que además de enseñarme a escribir en castellano y euskera, perfectos ambos dos, me enseñó a rezar el Padre Nuestro y me explicó que Dios estaba por encima de todo. «Cuando seas universitaria, no se te olvide, Dios está por encima de todo», me empezó a decir con 4 años.
 
Treinta años después, tanta batalla, me harta. Siempre es lo mismo. Tragicomedia dialéctica de todos esos a los que nuestra tierra, les da igual. 
 
Las disputas sobre naciones no deben nunca separarnos a los católicos (universales). Considero que cuando se pone a la Nación (sea cual sea) por encima de Dios, o sin llegar a eso (pues es un extremo difícil de llegar en un creyente, aunque no imposible),   también cuando se quiere más a la patria que a la Iglesia, ello hace daño a la fe y a la unidad de la Iglesia. Tanto por un lado como por el otro se pueden hallar ejemplos de lo que no habría que hacer. Volviendo, como siempre se vuelve al caso de la Guerra Civil, un ejemplo claro de esto que digo está en el fusilamiento de 14 sacerdotes acusados de nacionalistas vascos o la expulsión de un ejemplar obispo de Vitoria como era Don Mateo Múgica. Pudo más la «unidad de España» que la de la Iglesia. Otro ejemplo, fue el ir de la mano los católicos nacionalistas vascos con comunistas y anarquistas que en otros lugares estaban llevando a cabo una aniquilación del clero (80% del clero de Barbastro o 70% del de Lleida asesinados) y la vida consagrada. Pensemos en el caso de la familia Plazaola. Mientras un hermano era capitán de Gudaris, el otro hermano era martirizado en Paracuellos del Jarama por los republicanos.
 
Las opciones no son siempre buenas, y comparar a unos y otros requiere, sin duda más profundidad, pero me gusta citar como ejemplo en este punto de las tensiones nacionalistas, la actitud de Pío IX ante el problema de la unidad italiana. Los independentistas italianos luchaban contra Austria. El Papa era italiano. Quisieron que les apoyara, incluso que encabezara la guerra contra Austria. Pío IX, en un acto de grandeza, nos dio un sublime ejemplo a los católicos diciendo que no podía desear la guerra, sino exhortar a la paz y que «fiel a las obligaciones de nuestro supremo apostolado, abrazamos en un mismo sentimiento de amor paternal a todos los países, a todos los pueblos, a todas las naciones».
 
Hay una Iglesia, un sólo Dios, como me decía la Ama Manuela, y eso es lo que enfrenta a unos y otros. Unos, creemos en Cristo, el Papa y la Iglesia y esto es lo que nos tiene que unir. Lo demás, no se empeñen, es seguir cuesta abajo, sin frenos o de «culo», como se prefiera. 
 
Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda