Domingo, 28 de abril de 2024

Religión en Libertad

Agua y escaramujo según santa Hildegarda


El escaramujo es muy caliente y significa afecto. A quien le duelan los pulmones macháquelo con sus hojas, agreguéle después miel sin cocer y cuézalo todo junto. Retire la espuma con frecuencia, cuélelo con un paño y haga con ello vino especiado. Bébalo a menudo y sacará la podre de sus pulmones, purgándolos y sanándolos

por José María Sánchez de Toca

Opinión

La "Física" de Santa Hildegarda se ocupa de algo más de medio millar criaturas; de su naturaleza, propiedades y utilidad para el hombre sano; para qué enfermedades son útiles y la forma de prepararlos y emplearlos.

Veamos, por ejemplo, en el Libro 2º de la Fisica, que trata aguas y tierras, lo que dice del agua.
«El agua es fuente de vida y también es en sí misma la fuente de la que salen las aguas que arrastran toda la suciedad.

»Si en el ojo de un hombre han disminuído la sangre y el agua a causa de vejez o enfermedad, vaya a un río o vierta agua corriente en un recipiente, e inclinándose sobre ella, [...] recuperará la claridad.

»También debe tomar un paño de lino, empaparlo en agua pura y fría y atarlo alrededor de sus sienes y ojos, pero sin tocar los ojos para que no los ulcere el agua. El agua fría en el paño de lino suave humedecerá los ojos hasta que el agua de los ojos se restaure con esta agua y pueda ver. Porque cuando los ojos están ardientes, el ardor espesa su membrana y cuando el agua, como se ha dicho antes, toca la membrana, la adelgazan la frialdad y humedad del agua.

»El que quiera tener dientes firmes y sanos, llénese la boca de agua pura y fría por la mañana al salir de la cama, y manténgala un poco en la boca para que se ablande la porquería de alrededor de sus dientes, y así el agua que tiene en la boca pueda lavar sus dientes. Si lo hace a menudo no crecerá porquería alrededor de sus dientes, sino que permanecerán sanos. Pues la porquería se adhiere a los dientes durante el sueño y cuando la persona se levanta del sueño debe limpiarlos con agua fría, que limpiará los dientes mejor que el agua caliente, que los vuelve quebradizos.

»La mujer que sufre muchas menstruaciones desordenadas y a destiempo debe empapar un paño de lino en agua y ponerlo frecuentemente alrededor de sus muslos para que se enfríe su interior, para que la frialdad de la tela de lino y el agua fría retengan el flujo excesivo de sangre. Después debe apretar suavemente con las manos hacia arriba las venas de las piernas, vientre, pecho, y brazos, para que así empujada, la sangre no siga una ruta incorrecta. Cuide también de no comer alimentos duros y amargos, para que no se le indigesten, sino alimentos suaves y dulces hasta que la sanen internamente. Beba vino y cerveza para que la fortalezcan, y así podrá retener su sangre. (Física, 2º, II; PL, 1210 ss.)».

Y veamos ahora otro ejemplo, tomado este del Libro 3º que se ocupa de los árboles y arbustos, para ver que dice del escaramujo, ese rosal silvestre que salpica nuestros campos, provisto de afiladas espinas ganchudas y lleno de hermosas flores blancas que terminan dando un fruto encarnado, rico en vitamina C, que recibe el desconsiderado nombre de tapaculos. Santa Hildegarda dice:
»El escaramujo es muy caliente y significa afecto. A quien le duelan los pulmones macháquelo con sus hojas, agreguéle después miel sin cocer y cuézalo todo junto. Retire la espuma con frecuencia, cuélelo con un paño y haga con ello vino especiado. Bébalo a menudo y sacará la podre de sus pulmones, purgándolos y sanándolos.

»Encienda lumbre solo con su madera y hágala cenizas; haga lejía con estas cenizas y lávese a menudo la cabeza con ella y así estará sano y fuerte debido al buen calor de su jugo.

»Y quien esté sano de cuerpo pero muy enfermo del estómago, cueza los frutos y cómalos a menudo. Limpiará su estómago y se llevará las mucosidades.

»En cambio, los frutos cocidos no sirven para comer al que tenga todo el cuerpo enfermo pues le dañarán más su estómago, que está casi marchito. Pero si quisiera comerlos a menudo, cómalos un poco crudos y duros, que para él es mejor comerlos duros y crudos que cocidos.

»Pero al que tenga todo el cuerpo sano, no le dañará comerlo, ni crudo ni cocido. (Física, 3º, LII, PL 1243B)».

En otros artículos sucesivos iremos viendo ejemplos del resto de la Física de Santa Hildegarda, que puede pedirse en librerías o directamente a la editorial: info@csed.es Rafael Renedo y José María Sánchez de Toca.

Más ejemplos de la Física en www.hildegardiana.es

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¿Conoce a Santa Hildegarda? ¿Conoce sus remedios naturales?

Descubra la vida y obra de esta Santa moderna de la Edad Media, que este próximo octubre será declarada Doctora de la Iglesia

• Parroquia de San Ildefonso, Calle Colón nº 16 (Metro de Tribunal).

• Jueves 16 de febrero de 2012 a las ocho de la tarde.

• Ponente: José Mª Sánchez de Toca, Dr. en Historia.

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