Viernes, 26 de abril de 2024

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El peligro de tener fe a base de frases cortas

El peligro de tener fe a base de frases cortas

por La divina proporción

En las redes sociales es frecuente encontrarnos con imágenes unidas a frases o simplemente imágenes que transmiten un texto. Son una forma sencilla de comunicar un mensaje para lograr un grado de empatía muy considerable. Lo que se lee penetra en nosotros con facilidad, lo que conlleva ventajas maravillosas y algunos peligros. 

De estas imágenes, hoy traigo una que me ha hecho reflexionar a través del texto que lleva en su interior: 

Nosotros nos somos una “Religión” de ideas, de pura teología, de cosas bellas, de mandamientos. No, nosotros somos un pueblo que sigue a Jesucristo y da testimonio. 

Este texto comunica que el centro de nuestra vida es Cristo y que todo lo demás debe de estar a sus órdenes. Somos un pueblo, somos una comunidad de creyentes que vamos detrás de Cristo, por lo que nuestra religión une y reune. 

Ahora, hay que tener cuidado porque las frases cortas a veces pueden dar pié a malas interpretaciones. Es frecuente confundir religión y fe, además de simplificar para que sea más facil. La fe conlleva vivencias, ideas y objetivos. La religión conlleva formas de llevar la fe a la vida real. Podemos decir que nuestra vida es religiosa si intentamos que nuestra fe esté constantemente presente y nos permita unirnos (re-ligados) con Dios. La religión nos presta formas y herramientas que nos ayudan a unirnos al Señor. Compartimos religión, si estas formas y herramientas son comunes entre nosotros. Ojo, a veces, dos personas con la misma fe, difieren en la forma de llevarla a la práctica, lo que conlleva que no se comparta plenamente la religión. Otras veces, personas con diferencias notables en su fe, pueden vivir la misma religión.

Hace un par de días dialogaba con un amigo en Facebook. Ambos nos sentimos católicos aunque el ponía en duda la veracidad de los evangelios. Me contaba que creía que fueron retocados y trastocados por “La Iglesia”. Si los evangelios no son de fiar, la Tradición deja de tener sentido. Ciertamente no me pudo dar ninguna prueba de esta manipulación, ya que no existe, pero su fe está mediatizada por un peligroso sesgo: lo que no concuerde entre los Evangelios su ideología, es falso. La pregunta es ¿Pertenecemos a la misma religión? ¿Tenemos la misma fe? ¿Cómo dialogar entre nosotros?

Es evidente que diferimos fuertemente en nuestra fe aunque compartamos la religión. Para los católicos los evangelios son revelación de Dios, por lo que ponerlos en duda conlleva problemas severos de coherencia. 

El breve diálogo que intercambiamos sobre el tema se cerró rápidamente con una llamada a la tolerancia por su parte: “Déjame pensar lo que quiera, ya que yo te dejo pensar lo que quieras”. Sin duda Dios no pudo estar presente en este diálogo, ya que Dios se manifiesta en Bondad, Belleza y Verdad. Si excluimos la Verdad de nuestra conversación, todo queda en un intercambio de opiniones de valor equivalente. Cuando todo vale lo mismo, todo pierde su valor y su sentido. Eso sí, se vive más cómodo sin tener que abrir el corazón a los demás y por lo tanto, a Dios. 

Tras el ejemplo sigamos reflexionando con el texto inicial. ¿Podemos decir que nuestra religión no es de cosas bellas? Para muchas personas es duro decir que nuestra religión no es una religión de cosas bellas. Muchos entendemos que Dios se transparenta y se comunica por medio de la belleza. Las obras de arte sagrado, los ritos, la Liturgia nos permiten acceder a la Gracia de Dios de una forma muy especial. Forman parte de nuestra religión.

¿Es nuestra religión una religión sin mandamientos? Existen muchos mandamientos y son imprescindibles para no alejarnos de Dios, cuando estamos alejados de la Gracia. San Agustín dice: “Hay que distinguir la ley y la gracia. La ley sabe mandar; la gracia, ayudar. No mandaría la ley si faltase la voluntad, ni ayudaría la gracia si se bastase la voluntad(Carta 177,5) Los mandamientos son el bastón que nos permite caminar, cuando la ceguera nos impide ver con claridad. Los mandamientos forman parte de nuestra religión sin duda alguna.

¿Es innecesaria la teología para nosotros? La teología es una herramienta fundamental para que nuestra fe sea capaz dialogar con la vida cotidiana. No cabe duda de existen teologías que elucubran sobre elementos que no son aplicables ni vivenciables, pero no por ello podemos dejar a la teología en segundo plano. Sin las herramientas adecuadas, el escultor difícilmente creará una obra de arte maravillosa. Sin teología, nuestra vida difícilmente dará unos frutos maravillosos. La teología está completamente unida a nuestra religión.

 ¿Qué sucede con las ideas? La fe es, en si misma, una idea-vivencia que buscamos hacer realidad momento a momento. Si dejamos las ideas fuera de la religión, nos quedamos con el voluntarismo y el emotivismo, lo que es muy peligroso. Las ideas son necesarias para todo cristiano, ya que permiten que la fe se exprese y dialogue con el mundo y sobre todo, nos permite aprender de los demás dialogando. 

Entonces. ¿Decimos que el texto está mal redactado? Creo que está bien escrito, aunque yo que hubiera utilizado la palabra "fe" en vez de "religión", pero para muchas personas hablar de una u otra es lo mismo. Seguramente para las personas alejadas o confundidas, hablar de religión sea más claro que hablar de fe.

Hay que tener claro que ideas, teología, belleza y más elementos, conforman nuestra religión, aunque no conformen nuestra fe. Estos elementos son herramientas imprescindibles, pero si las colocamos en el centro de la fe, estaríamos creando ídolos. El centro de nuestra religión y nuestra fe, es Cristo y nuestro objetivo, seguirle. 

Por su brevedad, podemos decir que el texto simplifica mucho las cosas y deja espacio a malas interpretaciones. Por ejemplo, alguna persona nos puede echar en cara, utilizando el texto, que nos arrodillemos ante un maravilloso icono o que dialoguemos sobre la sobrenaturalidad de la Gracia.

Pero, la frase no busca de quitar el camino y dejar sólo el objetivo de nuestra vida. Más bien intenta decirnos que antes que andar el camino, debe existir un objetivo en nuestra vida. Una vez tengamos claro que el centro es Cristo, el camino cobra todo su sentido. 

A mi amigo que no cree en los evangelios, le vendría estupendamente esta frase para decirme que me deje de tonterías y que coja el camino que más me guste, mientras el objetivo sea Cristo. Yo le contestaría, que el camino nunca será mío o suyo. El Camino es Cristo y debemos andarlo unidos. De ahí la importancia de que tengamos la misma fe y en todo lo posible, la misma religión.

La oración del Padre Nuestro se reza en plural, nunca en singular. La unidad no es algo bueno o deseable, es la presencia real de Cristo en medio de nosotros. Para ello deberíamos hacerle caso al mismo Cristo, que nos dice que tomemos nuestra cruz, nos neguemos a nosotros mismos y le sigamos. La tolerancia del silencio y el desafecto, nunca puede llevar consigo a Dios. Dialogar conlleva estar dispuesto a hablar y escuchar. Dialogar conlleva abrir el corazón a Dios. 

Una última consideración. Para evitar equívocos y malas interpretaciones, no nos quedemos únicamente un cristianismo de frases cortas, que sin dejar de ser efectivo, necesita de un plus adicional de reflexión y formación.

Gracias a Puente Richard, por crear la imagen y estilorojo.org por difundirla. Estas breves frases dan para reflexionar un buen rato.

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