Tu Matrimonio como Dios lo pensó.
La obra más grande. Comentario para Matrimonios: Lucas 17, 5-10
EVANGELIO
¡Si tuvierais fe!
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 17, 5-10
En aquel tiempo, los apóstoles le dijeron al Señor:
«Auméntanos la fe».
El Señor dijo:
«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar", y os obedecería.
¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo, "Enseguida, ven y ponte a la mesa"?
¿No le diréis más bien: "Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú"? ¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid:
"Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer"».
Palabra del Señor.
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La obra más grande.
Señor, hoy he aprendido que, si caigo en la tentación de apropiarme de Tus cosas, como si yo fuera el autor de las obras que realizas a través de mí, pensando que así soy más, en realidad me estoy rebajando a mí mismo. Porque la obra más grande que yo pueda hacer con mis fuerzas es mucho más pequeña que la obra más pequeña que pueda hacer con las Tuyas. Soy más si vivo como tu siervo que si vivo como mi dueño.
Y es que, me has dado tanto, has querido compartir tanto conmigo: Tu obra creadora, Tu obra redentora… Nos haces partícipes de obras más propias de Dios que de los hombres. Así es tu generosidad, que me has querido dar una grandeza inimaginable para mí. Ante esto, sólo me queda arrodillarme ante ti y alabarte, y decirte en cada misión: Siervo inútil soy. He hecho lo que tenía que hacer.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Andrés: Antes me empeñaba en demostrarte cuánto te quiero por mis méritos, por mis esfuerzos por ti, por mi trabajo. Ahora he descubierto que mi esfuerzo no vale nada si no lo fecunda la gracia de Dios. He descubierto que mi entrega por ti sólo sirve para hacer a Cristo presente entre nosotros y que Él haga crecer nuestro amor. Es para lo que he sido creado, para entregarme a ti, y si cumplo esto, simplemente estoy siendo fiel a la misión que Dios me había encomendado. Me siento indigno de esta misión y me siento muy afortunado de que Dios haya querido contar conmigo ni más ni menos que para llevarte al cielo. Gloria a Dios!
Almudena: Qué profundo, Andrés. Qué obra tan maravillosa está haciendo Dios en ti. Me encantas, Andrés.
Madre,
Me encanta estar a Tu servicio para mayor gloria de Dios. Muchas gracias por contar conmigo para tu misión por los matrimonios y la familia. ¡Bendita seas, Madre!