Miércoles, 15 de mayo de 2024

Religión en Libertad

Blog

María y Marta, ser y hacer

por Georgina Trías

En aquel tiempo, Jesús entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte mejor, que no le será quitada». (Lc 10, 38-42)

Es el sugerente evangelio que hoy se lee en las misas que se celebran a lo largo y ancho del orbe terrestre.

De este episodio, siempre me ha atraído la figura de María. Mi ser, mi deseo de vivir el presente intensamente y de sacar de la circunstancia actual lo mejor, me lleva a desear identificarme con María. Sin embargo, mi naturaleza práctica y activa hace que a menudo viva como Marta.
Me pongo en la piel de Marta e imagino que Jesús viene a mi casa... ¡Uf! Estaría como ella, afanada en mil historias, ordenando, limpiando, y sobre todo preparando una estupenda comida de bienvenida. Me quejo a Jesús, tal como cuenta el Evangelio, y me quedo aturdida por su respuesta, al tiempo que siento que algo muy hondo interpela mi corazón.

Imagino ahora un nuevo escenario posible en la casa de Betania: soy Marta:

"Después de lo que Jesús me dijo la última vez que vino, he meditado y aprendido algunas cosas.
Nuestro amigo Jesús viene a mi casa, una vez más. ¡Qué afortunada, tener a Jesús de Nazaret por amigo! ¿Seré tan valiente de olvidarme de todo para ponerme a los pies del Maestro y escucharlo?
Hoy enfoco mi trabajo interior en este sentido. Atendiendo a mi naturaleza, serviré feliz, entregada, llena de amor.
Sí, preparo serenamente y con todo mi amor una rica comida. Dispongo la casa lo mejor que sé, preparo flores frescas en jarrones, arreglo las plantas, ventilo... ¡Huele a limpio! El Señor parece acompañarme en mi quehacer....
Llega Jesús. Le abro la puerta, como siempre, muy emocionada. Mi corazón de niña salta de gozo. Le saludo y le miro a los ojos, pero sobre todo, dejo que su mirada penetre e inunde mi ser con su amor, me sane, me proyecte y me eleve. Su mirada parece ver maravillas en mi interior, maravillas que yo no veo o de las que no tengo conciencia, y que sin embargo, su mirada revela y pone al descubierto.
Sigo sirviéndole; todos disfrutamos de la cena y en cuanto veo la oportunidad me siento junto a mi hermana María, y unidas escuchamos las palabras del Maestro que nos llenan de vida.

¿Quieres venir al próximo encuentro?

Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda