La Ley de Aborto aprobada en Argentina en diciembre de 2020 se acaba de ver ampliada con un protocolo del Ministerio de Salud que se acoge a todo tipo de huecos y coladeros para justificar el máximo tipo de abortos y castigar a los objetores, según denuncian asociaciones como el Centro de Bioética Persona y Familia y el Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires. En cada hueco o incertidumbre de la ley de 2020, el protocolo del Ministerio establece la interpretación más abortista posible.

El Centro de Bioética Persona y Familia detalla en el análisis del abogado Jorge Nicolás Lafferriere (aquí completo) que el protocolo:

1. Da la interpretación más amplia posible a las causales “salud” y “violación”, de modo que el aborto es prácticamente a demanda durante todo el embarazo

2. No solo regula, sino que incluso promociona el aborto como política pública

3. Obliga a ofrecer el aborto a mujeres que quedaron embarazadas de forma no intencional, incluso si ellas no lo piden

4. Oculta las ayudas a embarazadas (de la ley 27611 de los 1000 días)

5. Amplia el consentimiento a menores de edad: entre 13 y 16 pueden abortar sin conocimiento de sus padres, salvo peligros para la vida o la salud; en este último caso, si sus padres se oponen, se debe buscar otra persona para que dé el asentimiento, incluso un vaporoso 'referente afectivo'. Lo mismo sucede con las menores de 13 años.

5. Permite hacer abortos a embarazadas incapaces incluso sin su consentimiento

6. Obliga a los objetores a hacer abortos en ciertos casos, a derivarlos a técnicos abortistas y a repartir propaganda abortista

7. No contempla la objeción de conciencia institucional.

8. Tiene un capítulo de amenazas por responsabilidad penal, civil y administrativa contra el personal sanitario

9. No pone límites a los abortos de fetos de edad madura

10. Cuando el aborto falla, establece métodos para asegurarse que muera el feto superviviente

11. No ofrece indicaciones para el caso de que un aborto fracasado lleve a un nacimiento con vida

12. Regula el aborto con medicamentos no autorizados (promueve el aborto con mifepristona, aunque el protocolo aclara que “a febrero 2021 la mifepristona no está registrada en Argentina”).

13. Ordena esconder las ecografías y el latido del bebé a las embarazadas: "En caso de realizarse la ecografía, solo se compartirán con la persona la imagen o el sonido de los latidos si ella lo solicita expresamente. Si no lo hace, es de suma importancia tomar los recaudos necesarios para que esto no suceda", dice el protocolo.

"En síntesis, se trata de un Protocolo redactado para ampliar lo máximo posible las interpretaciones en favor de realizar el aborto y recortar la libertad profesional y la objeción de conciencia en función de ello", denuncia el Centro de Bioética Persona y Familia.

Carla Vizzoti (a la izquierda) y otras activistas abortistas celebran la implantación del aborto en Argentina en diciembre de 2020; desde febrero de 2021, Vizzoti, activista abortista, pasa a ser Ministra de Sanidad

Médicos Católicos de Buenos Aires, con el niño 'no deseado'

El Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires también se ha pronunciado sobre este protocolo en un comunicado.

Los médicos católicos bonaerenses denuncian que con la ley de 2020 "por ley surgieron dos tipos de seres humanos: los deseados y los no deseados. Los primeros con derecho a la vida y los segundos sin derechos de ningún tipo y considerados objetos de descarte".

Después protestan por la radicalización del aborto en el protocolo que impulsa el Ministerio, mientras que durante el debate con parlamentarios a muchos se les prometió un reglamento menos radical. "Si la vida humana no vale, ¿cómo vamos a esperar que la palabra dada sea respetada? La radicalización en la reglamentación se observa en que la causal invocada de riesgo para la salud de la madre es considerada en su acepción más amplia y sin límite de tiempo, lo que lleva a que el aborto pueda ser realizado hasta prácticamente el fin del embarazo. La otra causal, la violación, tampoco tiene limite de tiempo".

Los médicos católicos advierten de que el protocolo "no respeta el derecho del médico al ejercicio de la objeción de conciencia, como tampoco reconoce la objeción de conciencia institucional".

"Rechazamos la ley 27.610 y su reglamentación a través de la Res. 1535/2021 donde una vez más, la víctima es el niño por nacer no deseado cuya dignidad humana no es reconocida. Para nosotros, como profesionales de la salud, el don de la vida humana es un bien a respetar, proteger y amar. En cada niño por nacer deseado y no deseado la humanidad tiene puesta su esperanza y Dios su mirada", concluye la nota.

En el vídeo, de abril 2021, varias asociaciones provida argentinas explican su campo de acción (5 min.)