Un tribunal de apelación londinense desestimó este martes la apelación de los padres de Alfie Evans contra la decisión judicial previa de dejar morir a su hijo, que necesita alimentación y respiración artificiales para mantenerse vivo.
 
Alfie, que el 9 de mayo cumplirá dos años de edad, se encuentra sedado como consecuencia de una enfermedad neurológica degenerativa de diagnóstico impreciso. El pequeño nació con aparente buena salud, pero pronto empezó a tener problemas que forzaron su ingreso en el hospital infantil Alder Hey de Liverpool en diciembre de 2016.
 
En julio de 2017 los médicos hablaron de desconectar al niño ante la irreversibilidad de su estado, por lo que sus padres, Tom Evans, de 21 años, y Kate James, de 20, empezaron a buscar tratamientos alternativos en Estados Unidos. El hospital acudió a los tribunales en febrero de 2018 para que les fuera retirada la custodia y proceder a la muerte de Alfie.


Los padres de Alfie, como en su día los de Charlie Gard, han peleado hasta el último momento por su derecho a ser ellos, y no el Estado, quien tenga la última palabra.

El 20 de febrero, el juez Hayden dio la razón al hospital, sentencia que fue apelada por los padres de Alfie y confirmada este martes. Los jueces McFarlane, McCombe y King considerado probada la alegación de los facultativos de que el niño se encuentra en estado “semi-vegetativo”.
 
Sarah Evans, tía de Charlie, difundió un vídeo donde muestra algún movimiento, pero según el juez King, los padres de Alfie “son incapaces de asumir que los movimientos que ven en él no son respuestas positivas”, y que su estado es de “coma profundo” y su interacción con su entorno, nula. Por ese motivo encuentra justificada la opinión de los médicos de retirarle el soporte vital.
 
Los padres afirman que el hospital Bambino Gesù de Roma estaba dispuesto a recibir al niño e intentar dos procedimientos quirúrgicos.
 
El abogado de Tom y Kate, Stephen Knafler, afirma que con esta sentencia el Estado ha interferido con “la decisión de los padres”, en un caso muy similar al de Charlie Gard, que se resolvió, también negativamente para la vida del pequeño, justo cuando empezó a plantearse el de Alfie.