Durante estos días se ha celebrado en Roma un Congreso Internacional sobre Cuidados Paliativos organizado por la Academia Pontificia para la Vida. Uno de los ponentes era el doctor español Carlos Centeno, director de la Unidad de Medicina Paliativa de la Clínica Universidad de Navarra, que habla en Ecclesia de la importancia de este tratamiento que “sólo está disponible para una pequeña minoría de personas de los muchos millones en el mundo que lo necesitan”.

“Cuidados paliativos comenzó atendiendo sobre todo a pacientes con cáncer al final de su vida” – explica el Doctor Centeno – “pero hoy sabemos que esa misma manera de trabajar, ese enfoque paliativo, es lo mismo para todas las personas que tienen fases avanzadas de su enfermedad y se acercan al final de la vida”.


El profesor e investigador valor el apoyo que la Iglesia Católica hace y asegura que los que llevan tiempo trabajando en cuidados paliativos ven con mucha ilusión “una manifestación de apoyo muy grande por parte de la Iglesia Católica a este movimiento mundial de los cuidados paliativos”.

“Hay declaraciones muy concretas tanto del Papa Francisco recientemente, como del propio Catecismo de la Iglesia Católica donde hay una manifestación expresa, una afirmación concreta en la que se habla del apoyo a cuidados paliativos” explica Centeno,.

Según Centeno, estos cuidados paliativos son el modo “moderno, profesional y avanzado” de llegar al final de la vida – explica – pero también es el modo “más cristiano y más humano de atender a una persona que está atravesando esta fase” dice el doctor español.

Además, aclara que si bien es cierto que los cuidados paliativos “son el alivio eficaz del que sufre”, no solamente se fijan en lo físico, pues la medicina paliativa también atiende “a aquellos aspectos emocionales, espirituales, sociales e incluso estructurales” teniendo en cuenta que “la familia también sufre”.

Centeno, como Director de Unidad de Medicina Paliativa, expresa que el modo de hacer medicina tiene que cambiar “poniéndose alrededor del paciente y no el paciente alrededor del sistema sanitario” – pues la medicina – “también tiene sus enfermedades” asevera, ya que en los últimos años se ha enfocado mucho en el triunfo, en el éxito y en los avances tecnológicos y se ha olvidado lo que es “el corazón de la medicina”, es decir, “la compasión, la humanidad y aquello que hace latir la medicina de verdad”. Además, exaltando la importancia de la medicina paliativa para la propia medicina, asegura que ésta “devuelve las cosas a un estado más natural”.


Hablando acerca de la Cultura del Descarte de la que habla a menudo el Papa Francisco afirma que “la sociedad de hoy está enferma”, y esto es algo que también sucede en la medicina con “los mayores, los que no tienen cura, los que entre comillas ya no tienen posibilidades de curación”. No podemos descartar a nadie – dice Centeno – “todas la vidas son valiosas y así lo expresa en la práctica cuidados paliativos”.


Por último, quiso recordar las palabras de Cicely Saunders, la pionera de cuidados paliativos en el mundo y quien comenzó la medicina paliativa en el Reino Unido a finales de la década de los 60, cuando nos decía: “usted importa y nos importa porque es usted y estaremos a su lado siempre hasta el final”, el profesor Carlos Centeno certifica que no son simplemente palabras bonitas, sino la premisa que él como doctor “lleva haciendo desde hace 20 años”.