El número de nacimientos registrados en España cayó un 4,5% en 2017, hasta los 391.930 niños, el más bajo desde 1999, mientras que defunciones aumentaron un 3,2%, hasta las 423.643, el dato más alto desde 1941, cuando comienzan los registros estadísticos. De hecho, España registra más defunciones que nacimientos por tercer año consecutivo.

Además, tiene un saldo vegetativo negativo (nacimientos respecto a defunciones de la población residente, descontando a los no residentes) de 31.245 personas, algo que ocurre por segunda vez en la última década pero de forma mucho más pronunciada. La primera vez fue en 2015, aunque la diferencia fue mucho menor, de 1.976 muertes más.

Desplome en el número de nacimientos

En total, contando con la población residente y no residente, el número de nacimientos disminuyó en 2017 un 4,5% respecto al año 2016, mientras que el de defunciones aumentó un 3,2%, según datos provisionales del INE.

Ante esta situación, el presidente del Foro de la Familia, Ignacio García-Juliá, volvió a señalar la urgencia por llegar a "un gran Pacto de Estado por la Maternidad" que involucre a toda la sociedad española y que "haga frente los desastrosos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística sobre los movimientos de la población española en 2017".

"España se muere"

"Los datos son contundentes. España se muere. Y todos miran para otro lado o proponen parches. Es necesario operar, no quedarse en la superficie con nimiedades que ni siquiera cerrarán la herida. En 2017 se registraron 18.653 nacimientos menos que en 2016. Desde 2008 los nacimientos han caído un 24,6%, el número de hijos por mujer sigue cayendo y ya está en 1,31 (1,34 el pasado año) y seguimos profundizando en la despoblación, porque de nuevo se han registrado más defunciones que nacimientos (31.245).

"La estadística deja claro que no se trata sólo de un problema económico. La crisis ya no es excusa para justificar tan pocos nacimientos. Hay otros factores que debemos analizar. La edad media en que la mujer se convierte en madre por primera vez ha aumentado hasta los 32,1 años, y las mujeres en edad fértil (entre los 19 y los 45 años) se han reducido hasta los 10,57 millones, herencia de las crisis de natalidad de los 80 y 90, que aún así no fueron tan agudas como lo que vivimos en estos momentos".

La caída en el número de matrimonios

Para García-Juliá, "no es casual que estas cifras coincidan con la caída en el número de matrimonios. El matrimonio indica un compromiso, una vocación de permanencia, un proyecto de futuro en común, por lo que es el espacio natural idóneo para el nacimiento y cuidado de los hijos. Se está fomentando una cultura del individualismo, de la búsqueda de los objetivos personales por encima de los demás, y de relaciones de usar y tirar. Este es uno de los principales puntos que se deben trabajar para revertir la situación: fomentar los matrimonios, educar en el compromiso, estimular la orientación familiar y no el divorcio como salida cómoda".

Para el Foro "es cierto que se necesitan también medidas económicas que animen a los jóvenes a formar sus propias familias y a tener hijos. Es necesario combatir la precariedad laboral y fomentar la conciliación y la corresponsabilidad, iniciativas que defiendan a las madres y estimulen a las parejas jóvenes a tener hijos, que vayan más allá de cheques bebé y establezcan un acompañamiento a las familias que les permita afrontar los gastos que suponen los hijos, como la prestación universal por hijo a cargo, la gratuidad de los libros de texto, reducción del IVA en los productos de primera necesidad infantil...".

"Reiteramos la necesidad imperiosa de que cada persona se tome en serio su papel en estos datos y ponga lo mejor de su parte para revertirlo. Se necesitan estímulos económicos para las familias y los jóvenes, pero también educación, que se fomente el compromiso, la responsabilidad de cada uno para poder llegar a la corresponsabilidad...", analiza el presidente.

"En esta línea, es imprescindible un compromiso de los grandes grupos de comunicación, de las productoras de series, de los estudios de televisión en crear historias que animen a formar familias. Que se ponga a la familia como protagonista, que transmitan valores colectivos y no individualistas".