A Matthew Vawter le detectaron durante su gestación síndrome de Down, malformaciones en ambos pies, líquido alrededor de sus riñones y ventrículos cerebrales agrandados. El médico que trataba a su madre, Amy, le propuso abortar, pero ella y su esposo Aaron se negaron.

“Al final de todo, nos dijeron que este bebé tenía tantos problemas, que tenía cero por ciento de posibilidades de sobrevivir”, recordó Amy en su blog, Matthew Nicholas Vawter.

Una vez detectados los problemas congénitos en Mathew, el médico que ofreció el aborto señaló a la pareja que “no hay razón” para que ella lleve adelante “el resto del embarazo”.

“Dijimos que no, no creemos en eso. Vamos a llevar este bebé por tanto tiempo como lo tengamos”, fue la respuesta.

No satisfecho con la negativa de Amy, mientras su esposo salió de la habitación para atender al otro hijo de la pareja, Micah, el médico alentó nuevamente a la mujer a abortar.

“No deje que su esposo influencie en lo que usted hace con su cuerpo. Podemos llevarla arriba hoy y hacer el aborto”, le dijo.

A pesar de toda la presión, Amy siguió con su embarazo, y ante la posibilidad de que el bebé fallezca debido a sus complicaciones congénitas, los esposos aseguraban que “si todo lo que él sabe es que es amado, eso será suficiente”.

En su blog, Amy recordó que llegaron a sentir que “habíamos perdido a nuestro hijo”.

“Rezamos para que nos fueran dados algunos pocos momentos antes de que muriera”.

El nombre de Matthew fue elegido por significar “regalo de Dios”, escribió.

“Su segundo nombre sería Nicolás, por San Nicolás de Tolentino, el santo patrón de los bebés que mueren. Realmente no esperábamos un milagro o ni siquiera nos atrevíamos a rezar por uno. Solo esperábamos sostener a nuestro hijo”.

Con el progreso del embarazo, los ultrasonidos evidenciaron mejorías tanto en los riñones de Matthew como en su cerebro y en su corazón.

Eventualmente, solo fue necesaria una operación en su corazón.

Actualmente, el pequeño Matthew tiene siete años.



“Matthew nos sorprende cada día. Él nos desafía y entretiene, mientras que nos muestra cómo se ve el verdadero gozo. Su compasión por otros está mucho más allá de su edad, y es muy querido por todos los que lo conocen”.

“Con Matthew experimentamos un amor tan puro que nos quita el aliento”, escribió.

Para Amy, “en un mundo donde a muchos niños con síndrome de Down nunca se les da una oportunidad, Matthew prueba que los niños con discapacidades pueden exceder nuestras expectativas en muchas formas”.

“No puedo poner en palabras todo lo que significa para nuestra familia, o el increíble honor que es para nosotros criar a un alma tan preciosa”, aseguró.