Ludovine de la Rochère
 ha sido responsable de comunicación de la Conferencia Episcopal Francesa y de la Fundación Jérôme Lejeune. Desde el mes de mayo es presidente del colectivo de La Manif pour tous. Ha sido ella quien ha abierto y cerrado los trabajos de la primera “Universidad de Verano” del movimiento.
 
El primer objetivo era permitir que nuestros voluntarios y simpatizantes de toda Francia se reunieran, se conocieran y alegraran por el trabajo hecho hasta este momento. El segundo ha sido informarse sobre cuestiones que conciernen el futuro de nuestra sociedad en los términos previstos por las iniciativas del gobierno: extensión de la fecundación asistida a parejas homosexuales, maternidad subrogada, ideología de género. Era necesaria una profundización y una formación sobre estas cuestiones. Por último, hemos lanzado la movilización para los próximos meses: no cedemos, todo sigue y nada se detiene.
 
Tenemos contactos con políticos que nos han apoyado en nuestra oposición a la ley Taubira, pero somos totalmente independientes de cualquier partido o líder político: nosotros somos los únicos responsables de la organización del movimiento y de los mensajes que difundimos, y nos autofinanciamos. Hacemos política en el sentido elevado del término. Esto significa que no nos presentaremos a las elecciones locales (marzo de 2014) y nuestros simpatizantes que se presenten como candidatos lo harán a título personal. En lo que se refiere a las elecciones europeas (junio de 2014), no se ha tomado una decisión definitiva. Si los candidatos de los partidos tradicionalistas no se comprometen formalmente a difundir y promover los valores que hemos estado afirmando, entonces es posible que presentemos nuestras listas. Europa produce muchas circulares, reglamentos, textos y normas concernientes los temas que nos importan, por eso estamos atentos y dispuestos a bajar a la arena.
 
Nos hemos reunido con los responsables de todos los cultos religiosos presentes en Francia, los cuales han invitado a sus fieles a participar a nuestras manifestaciones, lo que han hecho. Sin embargo, no hay ningún vínculo formal con ninguna religión, somos una realidad aconfesional. Decir que un hijo sólo puede nacer de un hombre y de una mujer es una cuestión de razón, no de religión: se puede ser agnóstico y haber entendido que el matrimonio tiene que ver indisolublemente con la filiación, y que ésta no es posible sin un hombre y una mujer.
 
Sí. La actitud de los poderes públicos en lo que respecta a nosotros sigue siendo ambiguo. Incluso esta misma mañana se ha prohibido la entrada en algunos museos a nuestros simpatizantes porque llevaban puesta camisetas con el logo de la Manif, a pesar de que ninguna ley francesa prohíbe llevar en público prendas que publiciten las propias convicciones personales. Si hubieran llevado puesta camisetas con el perfil del Che Guevara no habrían tenido ningún problema. Nuestra libertad de expresión está conculcada. El pasado mes de junio, el Consejo de Europa llamó la atención a Francia precisamente por las medidas de seguridad pública en detrimento de los manifestantes de nuestro movimiento: limitaciones de la libertad de expresión, interrogatorios y arrestos injustificados.
 
Seguimos contestando su legitimidad, pero somos conscientes de que permanecerá en vigor hasta las próximas elecciones políticas. Nosotros pedimos su abrogación, y esperamos que el próximo parlamento se pronuncie en este sentido. Naturalmente, la abrogación no deberá tener valor retroactivo. Ahora las urgencias son tres: luchar para que en las escuelas no se imponga la ideología de género; para que la fecundación asistida no se amplíe a las parejas homosexuales; contra la homofobia. No se debe faltar el respeto a nadie a causa de su orientación sexual.
 
(Traducción de Helena Faccia Serrano)