El pasado 13 de enero, más de un millón de personas (340.000 según la Policía) salió a las calles de París a pedir que no se redefina el matrimonio y que se mantenga como una unión de hombre y mujer. 

El presidente francés, el socialista Hollande, no hizo ningún caso, y de hecho incluso se negó a recibir unas semanas después a los representantes de las asociaciones pro-familia que le querían entregar 700.000 firmas contra la redefinición del matrimonio.

En la cámara de los diputados, el “matrimonio gay” fue aprobado sin nada parecido a un consenso social: 329 votos a favor y 229 en contra. 

La ley pasa ahora a ser revisada en segunda lectura en el Senado, donde la izquierda tiene mayoría, pero más ajustada que en el congreso.

Y en la fría tarde del Domingo de Ramos de 2013, de nuevo las entidades pro-familia han sacado a la calle, otra vez, un millón de personas
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O más: a las 16.50, en Twitter los organizadores aseguraban tener un millón cuatrocientos mil manifestantes en esta convocatoria de “La Manif pour Tous” (La Manifestación para Todos), con una web elocuente: www.lamanifpourtous.fr . Al término de la concentración, la Policía francesa emitió una nota considerando que los manifestantes eran 300.000 (40.000 menos que hace dos meses), una cifra que la organización consideró absurda. La Policía admitió que revisaría cintas de vídeo para hacer un cálculo más correcto.

Mientras tanto, la agencia France Press enviaba comunicados que hablaban tan sólo de “decenas de miles”, expresión que se queda corta ante la multitud enorme que se muestra en las imágenes.

Otras fuentes, como “NewsWires”, se limitaban a hablar de “miles de conservadores franceses, familias y activistas”.

La Policía llevaba semanas hablando de que sólo esperaban unos cien mil manifestantes, quizá 200.000 (como si fuese poco en la laicísima y descristianizada Francia) y la prensa de izquierda hablaba de que se estaba “desinflando el suflé”.

La realidad es que las calles se han vuelto a teñir de los colores blanco, azul y rosado de los grupos pro-familia.

En esta edición, los convocantes han preferido un entorno en el que se pudiera ver mejor la multitud: desde La Défense al Arco de Triunfo.

De hecho, ellos querían los Campos Elíseos pero la Policía no lo autorizó. Más espacios se han tenido que abrir para acoger la concentración.

Y así una y otra vez los oradores han acudido a una misma idea: “Que Hollande se dedique a la economía y saque sus manos de la familia”. Esta segunda manifestación ha contado además con la participación de más diputados conservadores y políticos de distintas formaciones, entre ellos presidente de la derechista UMP, Jean-François Copé.

Algunos españoles de HazteOir y Derecho a Vivir en la marcha francesa (FOTOS AQUÍ).

La gran manifestación de Domingo de Ramos en FranceTV:




Así era la manifestación pro-familia de enero en París:




El trailer de promoción de la segunda macromanifestación (con imágenes de la primera)