El pasado 5 de septiembre, Francisco dirigió una carta a monseñor Sergio Alfredo Fenoy, obispo de San Miguel y delegado de la región pastoral de Buenos Aires, en la que afirmaba que el escrito de la Región Pastoral Buenos Aires Criterios básicos para la aplicación del Capítulo VIII de Amoris Laetitia "es muy bueno y explicita cabalmente el sentido del Capítulo VIII de Amoris Laetitia. No hay otras interpretaciones".

La existencia y contenido de esta misiva fueron desvelados por Infocatólica y confirmados por L'Osservatore Romano. Se trataba de una importante clarificación sobre el pensamiento del Papa sobre la exhortación apostólica postsinodal, al refrendar la interpretación de los obispos argentinos sobre los controvertidos párrafo 305 y nota 351, que llevaron a numerosos pronunciamientos de cardenales y obispos en los meses posteriores. Entre ellos, el posicionamiento del cardenal Gerhard Müller entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y las dubia [dudas] planteadas públicamente por los cardenales Raymond Burke, Carlo Caffarra, Walter Brandmüller y Joachim Meisner.

La posición de los obispos argentinos, respaldada en aquella carta por Francisco, era ésta: "En otras circunstancias más complejas, y cuando no se pudo obtener una declaración de nulidad, la opción mencionada [vivir en continencia] puede no ser de hecho factible. No obstante, igualmente es posible un camino de discernimiento. Si se llega a reconocer que, en un caso concreto, hay limitaciones que atenúan la responsabilidad y culpabilidad (cf. 301-302), particularmente cuando una persona considere que caería en una ulterior falta dañando a los hijos de la nueva unión, Amoris laetitia abre la posibilidad del acceso a los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía (cf. notas 336 y 351). Estos a su vez disponen a la persona a seguir madurando y creciendo con la fuerza de la gracia", según "un discernimiento que distinga adecuadamente cada caso".



Ahora la carta del Papa, que incluye como anexo los criterios básicos de los obispos argentinos, ha sido incluida en la página web de la Santa Sede, y por tanto queda dotada de un carácter oficial y público del que hasta ahora carecía.