El Papa Francisco recibió este martes en visita Ad Limina a los obispos de Albania, una Iglesia marcada por la persecución del comunismo  y en la que más de la mitad de la población es musulmana.

Durante su reunión, los obispos albaneses manifestaron al Papa las dificultades y retos de esta pequeña Iglesia, que pese a ello es bien conocida por Francisco, que decidió viajar a este país en 2014 y les pidió no olvidarse de los sufrimientos de los mártires de la persecución comunista, 38 de los cuales fueron beatificados en 2016.

Según recoge Zenit, monseñor Angelo Massafra, arzobispo de Scutari y presidente de la Conferencia Episcopal de Albania, señaló a Radio Vaticano que el Papa les volvió exhortar a imitar el ejemplo de estos testimonios del Evangelio que pagaron con su vida la fidelidad a Cristo.


Así, señaló que el Pontífice insistió en “salir, tener celo, esperanza, o sea una mirada muy fuerte y llena de esperanza en Dios”. Les invitó también a “promover las vocaciones, una pastoral que pasa por el testimonio, de estar unidos, de estar serenos, felices, porque si uno está sereno y feliz también se vuelve un modelo”.

Sobre el diálogo interreligioso explicó que la última semana representantes “de todos los credos, católicos, ortodoxos, evangélicos, musulmanes, bektashi, hicimos una declaración unitaria invitando a no crear desórdenes, a la colaboración, a la solidaridad, a ponerse de acuerdo y dialogar, a hacer algo contra la compra y venta de votos en vista de las elecciones”.


El mensaje que llevan los obispos albaneses a su país, después del encuentro con el sucesor de Pedro es “estar en comunión entre nosotros, empeñarlos por la familia y por los pobres, si bien ya estamos empeñados con los encarcelados, con las familias que tienen a personas con discapacidades”.

Sobre todo concluyó monseñor Angelo Massafra, “invitaremos a tener esperanza, a rezar, a practicar la adoración eucarística. Con Cristo podemos ir adelante y tener esta mirada hacia el futuro. Y el Papa nos ha animado y bendecido”.