La cuenta se llama Franciscus, ya supera la docena de fotografías y cada una consigue entre 150.000 y 300.000 corazones (equivalentes un ´me gusta´ en Facebook) y una media de entre 2.000 y 4.000 comentarios en multitud de idiomas.
Francisco anunció anunció su desembarco en Instagram desde su otro gran púlpito digital, su cuenta de Twitter, la famosa @Pontifex: "Empiezo un nuevo viaje en Instagram para caminar junto a vosotros por el camino de la gracia y la ternura de Dios".
Dos imágenes del Instagram de Franciscus, sobre la alegría de la Pascua de Resurrección
Para tener éxito en una red social de fotografías, el Papa cuenta con la inestimable ayuda del servicio fotográfico de L´Osservatore Romano. Suya es la primera fotografía que se publicó en la cuenta: el Papa rezando en un reclinatorio, que pronto alcanzó los 313.000 ´likes´ y 34.000 comentarios.
Después llegó la Semana Santa con su despliegue visual: con una palma en el Domingo de Ramos, besando los pies de un hombre musulmán el Jueves Santo, en el Viacrucis o celebrando misa.
Ha habido también momentos terribles, como el día después de los atentados de Bruselas: Francisco publicó en Instagram un vídeo de homenaje a las víctimas con un mensaje en varios idiomas: "Aseguro mi oración y mi cercanía a la querida población belga, a todos los familiares de las víctimas y a todos los heridos".
Dos fotografías en el Instagram papal, publicadas en Semana Santa
El Prefecto de Comunicación del Vaticano, monseñor Dario Viganò, explicó algunos criterios de la cuenta:
"Instagram ayudará a contar el pontificado a través de las imágenes para hacer entrar en los gestos de ternura y misericordia con todas las personas que quieran acompañar y conocer el pontificado del Papa Francisco", dijo. Se usarán, por ejemplo, fotos que muestren los aspectos de "cercanía e inclusión que el Papa vive cotidianamente".
Francisco heredó de Benedicto XVI la cuenta de Twitter @pontifex, nacida en 2012, hoy en 10 lenguas (incluyendo latín y árabe), que ha alcanzado los 25 millones de seguidores. Con Instagram da un paso más y consolida su vocación a expresar la fe en imágenes.