Este miércoles no hay audiencia general y a lo largo de las últimas semanas tampoco ha habido homilías en la misa de Casa Santa Marta. El Papa descans tras su viaje a Ecuador, Bolivia y Paraguay, y mientras prepara el que cursará a Cuba (19 a 22 de septiembre) y Estados Unidos (23 a 27 de septiembre), donde hablará en Nueva York ante la ONU y asistirá a la Fiesta de las Familias en Filadelfia.

Pero eso no implica inactividad, y este martes envió un mensaje a través de su cuenta en Twitter @Pontifex para animar a los jóvenes a casarse: “Queridos jóvenes, no tengan miedo del matrimonio: Cristo acompaña con su gracia a los esposos que permanecen unidos a él", afirmó Francisco en su cuenta, que suma ya más de 22 millones de seguidores, casi diez millones de su cuenta en español.



En los últimos meses el Pontífice ha abordado en algunas sus catequesis de los miércoles la belleza del matrimonio cristiano y ha explicado la complementariedad entre varón y mujer. "Deben tratarse con respeto y cooperar con amistad. Con estas bases humanas, sostenidas por la gracia de Dios, es posible proyectar la unión matrimonial y familiar para toda la vida", explicó el pasado 15 de abril durante la Audiencia General.

Asimismo, el 6 de mayo recordó a los esposos su deber de amar a la esposa “como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella”; y afirmó que el sacramento del matrimonio “es un gran acto de fe y de amor” porque “testimonia el coraje de creer en la belleza del acto creador de Dios y de vivir aquel amor que empuja a seguir adelante siempre más allá”.

Del mismo modo, el 15 de abril abordó en la Catequesis de la Audiencia General la diferencia y la complementariedad entre hombre y mujer, recordó que "el vínculo matrimonial y familiar es una cosa seria, lo es para todos, no sólo para los creyentes. La remoción de la diferencia, en efecto, es el problema no la solución. Para resolver sus problemas de relación, el hombre y la mujer deben en cambio hablarse más, escucharse más, conocerse más, quererse más. Dios ha confiado la tierra a la alianza del hombre y de la mujer: su fracaso aridece el mundo de los afectos y oscurece el cielo de la esperanza. Las señales ya son preocupantes, y las vemos".