El Santo Padre y numerosos miembros de la Curia Romana ya han comenzado los ejercicios espirituales de Cuaresma. Desde el domingo día 9 y hasta el viernes 14 de marzo estarán en Ariccia, en la residencia del Divino Maestro, de la orden paulina, a unos 30 kilómetro de Roma.

Esto es un hecho novedoso, ya que hasta ahora, los ejercicios del Papa y la Curia se realizaban dentro del Vaticano.

A cargo de las predicaciones estará monseñor Angelo De Donatis, párroco de San Marcos Evangelista del Campidoglio y estarán dedicados al tema "La purificación del corazón".

En la meditación introductoria del domingo inicial, De Donatis se detuvo sobre la disposición interior para iniciar los ejercicios espirituales, recordando la necesidad de abrirse a la escucha del Espíritu Santo, para prepararse a vivir una relación profunda y personal con Dios, para poder comprender realmente toda la realidad y nuestro lugar en la óptica de la justa luz, que viene del Padre, según informa una nota publicada por Radio Vaticana.


En la meditación del lunes por la mañana se ha detenido en el pasaje evangélico de la tormenta calmada, para subrayar como el mundo, en lugar de reconocer la presencia y la obra de Dios, se asusta, y esto sucede cuando en el corazón ya no habita Cristo, sino una religión estéril, la de un Dios tremendo, horrible, que no usa misericordia.



Una escena del Papa en los ejercicios
recogida en L´Osservatore

Y de aquí la advertencia que surge es el fariseísmo, según el cual nos alzamos solos del pecado, y la práctica de la ascesis es por el estoicismo: "es necesario hacer esto, yo haré tal cosa...".

Pero el Señor, ha subrayado el predicador, llega a través de otras vías. Y así nos hace entender que ambas actitudes no representan el camino justo.

Es necesario por tanto purificar nuestra mente de falsas imágenes de Dios para poder iniciar un verdadero camino de vida auténtica.

Durante esta semana de ejercicios espirituales, la jornada comienza todos los días con la misa a las 7.30 de la mañana y tendrán dos meditaciones, una antes y otra después de la comida. A las 18.00 se rezan las vísperas y adoración del Santísimo Sacramento.