En el Angelus y con la Plaza de San Pedro abarrotada a pesar de la lluvia, Francisco hizo un anuncio  a las miles de personas allí congregadas. “En el clima de gloria de la Navidad deseo anunciar que del 24 al 26 de mayo próximo iniciaré una peregrinación a Tierra Santa” y cuyo objetivo principal, dijo, es conmemorar el 50 aniversario del histórico viaje de Pablo VI. “Os pido que recéis por esta peregrinación de oración”, afirmó.

Igualmente, el Papa quiso acordarse de las miles de felicitaciones navideñas que ha recibido en estos días. “Me gustaría responder a todos pero me es imposible”, aseguró.

De este modo, quiso agradecer a los niños “sus hermosos dibujos, que son hermosos de verdad” y más tarde pidió al resto que siguieran rezando por él pues “tengo necesidad”.

Francisco también recordó las palabras el Evangelio de este domingo y repitiéndolo varias veces dijo que “Dios está siempre presente”. “¡Él está con nosotros!”, repetía. Sin embargo, agregó, “muchas veces lo rechazamos y preferimos permanecer encerrados en nuestros errores y en nuestros pecados. Pero Jesús no desiste y no deja de ofrecerse a sí mismo. Es paciente y sabe esperar. Este es el mensaje de esperanza y salvación, antiguo pero siempre nuevo”.

Por ello, dijo que estamos llamados “a dar testimonio” de este evangelio recordando que la “Virgen nos protege siempre”.