En la tarde del 2 de noviembre, en la conmemoración de los Fieles Difuntos, el Papa Francisco realizó un momento de oración privada en las llamadas Grutas del Vaticano, deteniéndose unos instantes en las diversas tumbas de sus predecesores. 

Francisco rezó especialmente ante la tumba de su primer predecesor, el apóstol San Pedro, a quien Cristo entregó las Llaves del Reino de los Cielos y encomendó un mandato repetido 3 veces: "apacienta mis corderos".

Como es tradicional, esta visita del Papa en las Grutas Vaticanas fue un momento de oración estrictamente privado.

Pero se ha hecho pública su invocación inicial: «En estas Grutas Vaticanas encomendamos a la Misericordia del Padre a aquellos que tienen aquí su sepulcro y esperan la resurrección de la carne. En particular, por los Sumos Pontífices que han desarrollado el servicio de Pastores de la Iglesia universal, para que participen de la eterna liturgia del cielo»

El lunes 4 de noviembre, además, en el altar de la Cátedra en la Basílica del Vaticano, el Papa Francisco celebrará una misa en sufragio de los obispos que fallecieron en en curso de este año. 



Las Grutas del Vaticano son una zona ubicada debajo de la basílica de San Pedro en donde se encuentran las tumbas de los papas. 

Los del siglo pasado allí enterrados son: Benedicto XV, Pío XI, Pío XII, Pablo VI y Juan Pablo I. Este sector incluye la tumba del apóstol Pedro.   


El jueves 31 de octubre ya oró ante la tumba del beato Juan Pablo II, que está ubicada en una capilla de la basílica.

No hay que confundir las Grutas del Vaticano con la Necrópolis Vaticana, ubicada más abajo, debajo de la nave central de la basílica de San Pedro, que es un cementerio de época romana nacido al lado del Circo de Nerón, en el que existen tumbas paganas y cristianas del siglo I al siglo IV.