Corría el mes de septiembre del año 2012. El entonces arzobispo de Buenos Aires, y también entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio, elegido este miércoles sucesor de Pedro con el nombre de Francisco I, no tuvo reparos en llamar a sus propios sacerdotes "hipócritas de hoy" por rehusarse a bautizar a los hijos de madres solteras "porque no fueron concebidos en la santidad del matrimonio".

Sucedió durante un Encuentro de Pastoral Urbana de la Región Buenos Aires, en el que advirtió la necesidad de mostrar "una ternura especial con los pecadores" y los más alejados porque "Dios vive en medio de ellos". Por esta razón lamentó que algunos hayan "clericalizado a la Iglesia del Señor".

Con delicadeza, pero con firmeza y claridad, el purpurado bonaerense  denunció que éstos "llenan de preceptos y con dolor lo digo, y si parece una denuncia o una ofensa, perdónenme, pero en nuestra región eclesiástica hay presbíteros que no bautizan a los chicos de las madres solteras porque no fueron concebidos en la santidad del matrimonio".

"Estos son los hipócritas de hoy. Los que clericalizaron a la Iglesia. Los que apartan al pueblo de Dios de la salvación. Y esa pobre chica que, pudiendo haber mandado a su hijo al remitente, tuvo la valentía de traerlo al mundo, va peregrinando de parroquia en parroquia para que se lo bauticen", añadió el hoy ocupante de la cátedra de Pedro.


El entonces cardenal arzobispo resaltó Dios "pone a su pueblo en situación de encuentro" y que con esa cercanía "crea esa cultura del encuentro que nos hace hermanos, nos hace hijos, y no socios de una ONG o prosélitos de una multinacional. Cercanía. Esa es la propuesta", afirmó.

"No a la hipocresía, no al clericalismo hipócrita y no a la mundanidad espiritual, porque esto es demostrar que uno es más empresario que hombre o mujer de Evangelio", concluyó.