En el contexto de la Sede Vacante, tuvo lugar en la mañana de este lunes a las 9.30 en la sala del Sínodo del Aula Pablo VI del Vaticano, la primera Congregación general del Colegio Cardenalicio. A partir de la 5.00 de la tarde, la segunda Congregación.

El pasado jueves a las 8 de la tarde, inició la “Sede Vacante” que indica el intervalo de tiempo entre el final del gobierno de la Iglesia por un Papa y la elección de su sucesor. Es un período especial que la Iglesia vive en la espera, que el Cónclave elija un nuevo Papa. Mientras tanto el gobierno de la Iglesia se encomienda al Colegio de Cardenales que siguen las disposiciones de la Constitución Apostólica "Universi Dominici Gregis".

En el cargo permanecen algunas figuras clave como:

-el Camarlengo,
-el penitenciario mayor,
-el cardenal vicario general para la diócesis de Roma,
-el Cardenal Arcipreste de la Basílica de San Pedro
-y el vicario general para la Ciudad del Vaticano.


Mantienen la dirección de sus oficinas el Sustituto de la Secretaría de Estado, el Secretario para las Relaciones con los Estados, los secretarios de los dicasterios de la Curia Romana, así como todos nuncios apostólicos.



Después de la notificación del decano del Colegio de Cardenales, todos los cardenales venidos a Roma están llamados a presidir las Congregaciones o reuniones de cardenales previas al Conclave.

Las hay de dos tipos:

- La Congregación General, que incluye también los cardenales no electores y que está presidida por el cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio de Cardenales. En esas reuniones se toman una serie de decisiones antes del Cónclave y se reflexiona a cerca de los problemas y las necesidades de la Iglesia.

- La Congregación particular: se reúnen el cardenal Camarlengo y tres cardenales -uno de cada orden: obispos, presbíteros y diáconos- y tienen la tarea de ayudar en los asuntos ordinarios de cada día, especialmente durante las elecciones.

Los cardenales de más de 80 años, que no son electores y no participan en el Cónclave, sí pueden participar en estas congregaciones generales, ayudando a la reflexión sobre la Iglesia y sobre el perfil del Papa que creen que Dios está proponiendo.

En su más reciente Motu Proprio (Normas nonnullas) Benedicto XVI ha concedido al Colegio de Cardenales, la capacidad de anticipar el inicio del cónclave. Benedicto XVI establece que "ningún cardenal elector puede ser excluido por ninguna razón o excusa". Ya en el primer día de Cónclave se puede votar y, sucesivamente, están programadas dos votaciones por la mañana y otras dos por la tarde.

Después de tres días sin resultado (es decir después de 12 o 13 escrutinios, en el caso que se vote el primer día), las votaciones serán suspendidas durante un día de reflexión y oración, y luego se procederá de nuevo a siete escrutinios más.

Después de 33 escrutinios se procederá a la elección entre los dos cardenales más votados. La elección del nuevo Papa tiene que contar con una mayoría cualificada de al menos dos tercios de los votos de los cardenales "presentes y votantes".