Este jueves tuvo lugar, en la Congregación para la Doctrina de la Fe, del primer encuentro entre las autoridades de la Santa Sede y el nuevo superior de la Hermandad de San Pío X, el padre Davide Pagliarani, elegido en el capítulo general del pasado verano, quien estuvo acompañado del padre Emmanuel du Chalard.

La reunión se celebró por la tarde durante de dos horas a invitación del cardenal Luis Ladaria, prefecto del dicasterio, quien estuvo acompañado por el secretario de la comisión Ecclesia Dei, el arzobispo Guido Pozzo. Previamente, por la mañana, monseñor Pozzo se había reunido con el padre Pagliarani en un ambiente descrito por algunas fuentes como “franco y cordial.

Además de un primer contacto tras la elección el 11 de julio del padre Pagliarani, se trataba de revisar las relaciones entre Roma y la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, fundada en 1971 por el arzobispo Marcel Lefebvre (1905-1991).

Según un comunicado de la Hermandad San Pío X, durante la reunión “se recordó que el problema de fondo es sobre todo doctrinal y que ni la Fraternidad ni Roma lo pueden eludir”. Una “divergencia doctrinal irreductible” que hace siete años impidió una declaración doctrinal conjunta. Por eso, según la congregación, “la cuestión doctrinal sigue siendo absolutamente primordial”, por lo cual se muestra dispuesta a “retomar la discusión teológica, muy consciente de que Dios no le pide necesariamente convencer a sus interlocutores, sino ofrecer ante la Iglesia un testimonio incondicional de la fe”. La nota de la fraternidad afirma que sus miembros “no quieren otra cosa que servir a la Iglesia y cooperar eficazmente en su regeneración”.

Durante el pontificado de Benedicto XVI tuvieron lugar durante dos años unas conversaciones doctrinales entre la Santa Sede y la Hermandad de San Pío X, que no pudieron concluir con un documento conjunto por las diferencias en torno a la exigencia de aceptar en su integridad el Concilio Vaticano II.

En 2007, Benedicto XVI promulgó el motu proprio Summorum Pontificum, que liberalizó la misa tradicional en todo el mundo, y en 2009 levantó las excomuniones que pesaban sobre los cuatro obispos consagrados en 1988 por monseñor Lefebvre sin autorización del Papa.

Por su parte, y con ocasión del Jubileo de la Misericordia, el Papa Francisco declaró que durante ese periodo los sacerdotes de la Hermandad de San Pío X podían absolver en confesión y ser testigos del sacramento del matrimonio válida y lícitamente, lo que a la conclusión del año jubilar prolongó sine die.