El Papa Benedicto XVI ha condenado los "absurdos" atentados perpetrados en Nigeria contra varias iglesias cristianas y ha pedido a los católicos que recen a Dios para que "pare las manos de los violentos" que "siembran la muerte" y reine así "la justicia y la paz" en el mundo.

Durante el rezo del Angelus celebrado este lunes con ocasión del día de San Esteban, el Papa ha expresado su "sincera y afectuosa cercanía" a las familias de las más de 30 víctimas de los atentados.

Además, ha destacado que "la violencia es un camino que conduce solamente al dolor, a la destrucción y a la muerte" mientras que "la reconciliación, el respeto y el amor son el camino para conseguir la paz". Así, el Pontífice ha hecho un llamamiento "a todos los componentes sociales" para que "se alcance la seguridad y la serenidad" en el país.

Por otra parte, ha recordado que San Esteban fue el primer cristiano que "recibió de Dios el don del martirio" y ha subrayado que "en los tiempos de mayor persecución" los mártires "animan a los que buscan la verdad a convertirse al Señor".

Finalmente, Benedicto XVI ha subrayado que "también hoy la sincera adhesión al Evangelio puede exigir el sacrificio de la vida". En este sentido, ha declarado que "muchos cristianos en diferentes partes del mundo están expuestos a persecuciones y a veces al martirio", aunque ha precisado que "quien habrá perseverado hasta el final será salvado".