Santa Begga, abadesa. 6 de septiembre y 31 de octubre.

Fue Begga, o Bee, como también se le conoce, hija de un rey de Irlanda allá en el siglo VI, a la que su padre prometió con el príncipe de Noruega. Pero Begga siendo niña había decidido desposarse con Cristo en algún monasterio, y por ello en una ocasión su ángel de la guarda se le apareció y le otorgó una pulsera que simbolizaba su unión con Jesús.

La víspera de su matrimonio Begga huyó de su castillo pasando por entre los guardias sin ser vista, y, guiada por su ángel guardián, cruzó el mar sobre una rama de un árbol, como se lee de Santa Modwenna (8 de octubre) y otras santas. Llegó Bega a las costas de Northumberland, donde construyó una celdilla donde vivió dedicada a la oración y el cuidado de enfermos. Muchos años estuvo allí Begga, hasta que por temor a los piratas que asolaban las costas, decidió trasladarse al interior. El obispo San Aidan (31 de agosto) le dio el velo monástico y la colocó al frente de un monasterio que estaba fundando en aquel momento en Cumberland.

Begga trabajó con sus propias manos en la construcción del recinto, atendía y alimentaba a los albañiles y trabajadores, manteniendo además el espíritu religioso. Su "vita" hace un juego de palabras diciendo que Begga "pasaba de un lugar a otro como una abeja cargada de miel" ("Bee" es "abeja" en inglés). San Beda (25 de mayo) dice que Begga abandonó el mando en su monasterio y se trasladó a la abadía de Santa Hilda de Whitby (17 de noviembre), donde murió dulcemente, rodeada de una celestial luz. Después de su muerte, su culto se extendió por Cumberland, Escocia y Noruega. La mencionada pulsera fue venerada durante muchos siglos, crónicas del siglo XII cuentan que sobre ella juraban los acusados de perjurio.

Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo X. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.

A 6 de septiembre además se celebra a
La Aparición de San Miguel en Honaz.
San Cagnoald de Laon, monje y obispo.