Un informe filtrado por The Times ha revelado que la ONU ha tenido conocimiento durante 16 años de que trabajadores de más de 40 ONG abusaron sexualmente de niños necesitados entre 2001 y 2002 intercambiando comida por sexo.

El documento, de 84 páginas, fue realizado en 2001 por varios investigadores para el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) que trabajaban en Guinea, Sierra Leona y Liberia.

El conocimiento de estos hechos viene a sumarse a las denuncias formuladas el pasado mes de febrero por Andrew McLeod, ex alto cargo de la ONU que relató la extensión e impunidad de numerosos casos de pederastia de los que son responsables miembros de ONG mundialistas durante su labor en países receptores de ayuda.


Según informa ahora The Times, que ha tenido acceso directo al mencionado documento, los trabajadores “utilizaban la asistencia humanitaria y los servicios destinados a beneficiar a los refugiados como herramienta para explotarlos sexualmente”. Intercambiaban alimentos básicos, como comida, aceite o incluso acceso a educación y viviendas, por sexo.

Varias mujeres en un campo de refugiados de Guinea dijeron a los investigadores que “en esta comunidad nadie puede obtener soja de maíz sin tener sexo antes, un kilo por sexo”, ha asegurado el periódico inglés The Sun.

“Los trabajadores de las ONGs eran listos, utilizaban las raciones como cebo para obligarte a tener sexo con ellos”, ha añadido una chica de Liberia. Algunas familias ofrecían a sus hijas pequeñas para “negociar” por la comida.


Freetown, en Sierra Leona, es uno de los lugares donde han ocurrido estas actividades


De las organizaciones implicadas, 15 son internacionales, incluyendo ACNUR, The World Food Programme (WFP), Save the Children y Merlin. En el informe aparecen también los nombres de Médicos Sin Fronteras y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja.

Los investigadores han indicado que algunas de las acusaciones que aparecen en el informe requieren una investigación más profunda, pero indican que “el número de testimonios recogidos es un claro indicador del problema a gran escala al que nos enfrentamos”.

The Independent afirma que la ONU ocultó los nombres de estas organizaciones para proteger a los niños testigos (y víctimas) de los abusos.