A través de las consultas que recibe por Twitter, la Real Academia Española, encargada de custodiar la lengua española como herramienta útil y eficaz, ha advertido que “no es admisible” el uso de la letra “x” o del signo “@” en plurales, como suelen usar grupos feministas y promotores de la ideología de género. 

Ante la consulta por el uso del signo “@”, la RAE precisó que el uso de este o de la “x” es “innecesario”, pues el masculino gramatical “funciona en nuestra lengua, como en otras, como término inclusivo para aludir a colectivos mixtos, o en contextos genéricos o inespecíficos”.



La agencia Aciprensa recuerda que el Diccionario Panhispánico de Dudas precisa que “las palabras tienen género (y no sexo), mientras que los seres vivos tienen sexo (y no género)”.

La RAE también ha criticado que “en los últimos tiempos, por razones de corrección política, que no de corrección lingüística” se hace explícita “la alusión a ambos sexos”, olvidando “que en la lengua está prevista la posibilidad de referirse a colectivos mixtos a través del género gramatical masculino”.

Esta posibilidad, advierte, no tiene “intención discriminatoria alguna, sino la aplicación de la ley lingüística de la economía expresiva” (es decir, ahorrar tiempo y palabras para ser eficaces al expresarse: decir "niños y niñas" no es eficaz, es largo y cansino, basta con decir "niños").


El lingüista Ignacio Bosque, miembro de la RAE, publicó el informe “Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer”, que fue suscrito por todos los miembros que asistieron al pleno de la organización, el 1 de marzo de 2012.

En su documento, Bosque advierte de la reciente publicación de “numerosas guías de lenguaje no sexista” en centros de estudios, ayuntamientos y otras organizaciones, que “han sido escritas sin la participación de los lingüistas”.

“Sus autores parecen entender que las decisiones sobre todas estas cuestiones deben tomarse sin la intervención de los profesionales del lenguaje, de forma que el criterio para decidir si existe o no sexismo lingüístico será la conciencia social de las mujeres o, simplemente, de los ciudadanos contrarios a la discriminación”, lamentó.

Bosque criticó que “si se aplicaran las directrices propuestas en estas guías en sus términos más estrictos, no se podría hablar”.

“Se ve como algo enteramente natural que la autoridad, el responsable o el gestor que desdobla usuarios y usuarias o ciudadanos y ciudadanas se olvide de su desdoblamiento cuando ya no esté delante de un micrófono o de una cámara. Una vez abandone la tribuna o el estudio de grabación, dirá que ‘va a cenar con unos amigos’, sin intención de excluir a las mujeres, o que ‘tiene que ir al colegio a recoger a sus hijos’, sin que hayamos de suponer que no tiene hijas. Hablará, en una palabra, como todo el mundo”, asegura.

El Diccionario Panhispánico de dudas advierte además que “en los sustantivos que designan seres animados, el masculino gramatical no solo se emplea para referirse a los individuos de sexo masculino, sino también para designar la clase, esto es, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos”, como en los ejemplos “el hombre es el único animal racional” y “el gato es un buen animal de compañía”.