La CUP, la formación anticapitalista, asamblearia y anticlerical catalana, que mantiene 3 concejales en Barcelona y 10 diputados en el Parlament autonómico, plantea ahora la expropiación forzosa de la catedral de Barcelona (catedralbcn.org), edificio gótico del siglo XIV en el que se celebran 5 misas al día y entre 4 y 5 horas de atención diarias para confesiones

La CUP, que en otras condiciones sería una formación marginal y antisistema, es socia de gobierno con Esquerra Republicana y el PDeCat del presidente Carles Puigdemont, y activista, como estas formaciones, del proceso independentista.

El conseller de Ciutat Vella del partido anticapitalista, Joan Suqué, defiende la expropiación municipal a raíz de la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre las exenciones fiscales de ámbito estatal a la Iglesia católica. La magistratura, con sede en Luxemburgo, consideró que estas ventajas fiscales podrían ser ayudas ilegales, aunque delegó la decisión final en la justicia española. 

Hay que tener en cuenta que son las mismas exenciones en materias como el impuesto de bienes inmueble de las que gozan entidades de interés social y partidos políticos como la misma CUP, y todas las que se acojan a la ley de mecenazgo. 




Asegura Suqué que el templo "ahora mismo tiene un uso comercial" dadas las “colas masificadas de turistas” y los touroperadores que la visitan. 

El conseller con ganas de confiscar la catedral quiere su  “socialización forzosa” y la relaciona con el "exceso de turismo" en el Barrio Antiguo de la ciudad y "la falta de equipamientos públicos". No tiene muy claro qué quiere hacer con el edificio después de confiscarlo: habla de un "economato" o de una "escuela de música"... 

“Pedimos al ayuntamiento y al distrito de Ciutat Vella que asuman la laicidad política y sean coherentes con la legalidad, comenzando por expropiar y socializar forzosamente la Catedral”, sostiene Suqué, vecino del barrio de La Barceloneta. 

La CUP, que utiliza como uno de sus emblemas la estrella roja comunista, probablemente sigue la tradición soviética de expropiar edificios religiosos. En ReL repasamos el caso de 12 templos expropiados por los soviéticos y el uso que le dieron. La catedral católica de Moscú, por ejemplo, fue usada como almacén de verduras. Lea aquí 11 usos que los comunistas dieron a templos e iglesias.