Una de las primeras medidas tomadas por Donald Trump al llegar a la Casa Blanca fue la de firmar una orden ejecutiva para quitar la financiación de los programas proaborto llevados a cabo por organizaciones de Estados Unidos con fondos públicos. Entre las más perjudicadas estará Planned Parenthood International. Más de 500 millones de dólares de los contribuyentes norteamericanos se destinaban a promover el aborto en distintas partes del mundo, de ellos 100 a esta multinacional abortista.

Esta decisión de Trump no ha gustado nada a la ministra  de Comercio Exterior y Cooperación al Desarrollo de Holanda, Lilianne Ploumen, que ha reaccionando con una propuesta que consiste en crear un fondo internacional que supla las aportaciones que hacía Estados Unidos.


Para ello, ha afirmado que se reunirá con el resto de países europeos y también de América Latina para que se puedan seguir pagando abortos.

“Estoy profundamente decepcionada”, dijo la ministra, que no entiende que un país como Estados Unidos pueda retirar esos fondos. “Esto tendrá consecuencias de largo alcance. La prohibición del aborto no dará lugar a un menor número de abortos, sino que dará pie a prácticas clandestinas más irresponsables y a una mayor tasa de mortalidad entre las madres”, agregó.


Trump firmó esta orden en su primer día en la Casa Blanca


Además, Ploumen afirmaba que “sólo el apoyo holandés del pasado año a las organizaciones de mujeres contribuyó a evitar una estimación de seis millones de embarazados no deseados y medio millón de abortos. La decisión de EEUU amenaza con socavar estos avances y no debemos permitir que eso ocurra".

Con esta decisión, Trump restaura la llamada "política de Mexico City", porque fue en una conferencia sobre población allí donde Ronald Reagan la anunció en 1984. Consiste en que los fondos federales fuera del país no podrán sufragar políticas de planificación familiar que incluyan el aborto.

Esta política, que mantuvo George Bush hijo, fue derogada por Barack Obama en 2009, durante su primera semana en la Casa Blanca, y ha sido ahora restaurada por Donald Trump en su primer día laborable completo en el cargo.