El cardenal Wilfrid Napier, arzobispo de Durban, Sudáfrica, ha publicado el 5 de enero un tuit en su cuenta de Twitter sugiriendo que decisiones que algunos toman con mentalidad eurocéntrica pueden tener efectos imprevistos y enormes en una Iglesia que es multicultural y universal

"Si los occidentales en situaciones irregulares pueden recibir la comunión, ¿hemos de decir a nuestros polígamos y otros inadaptados [misfits] que ellos también pueden?", escribe el arzobispo de Durban. 



El arzobispo recibió después una llamada telefónica grosera que se quejaba del uso de la palabra "misfits" (inadaptados) y especificó que se refiere a los sangomas (los que entran en trance para contactar con espíritus de los antepasados), los izinyangas (los que usan hierbas y pócimas con fines mágicos) y los que se preparan para casamientos tradicionales pero no para el matrimonio católico. Son casos concretos de personas que no dan el paso a la vida católica plena pero a veces piden comulgar.


Napier siempre se ha mostrado firme contra la colonización ideológica (por ejemplo, de dinero occidental a cambio de que África adopte la anticoncepción y otras prácticas anti-familia). 

La comparación entre los divorciados recasados por lo civil y la poligamia Napier ya la usó en 2014 durante el Sínodo sobre la familia, entrevistado en el Catholic News Service de EEUU: «Si alguien en Alemania que se ha divorciado y vuelto a casar por lo civil pudiera comulgar sin dejar su estilo de vida, ¿por qué no podría hacer lo mismo alguien casado con dos mujeres en África?». 

La poligamia es legal en muchos países africanos, entre ellos Argelia, Benín, Burkina Faso, Camerún, Chad, Comores, Congo, Egipto, Gabón, Gambia, Liberia, Libia, Malí, Marruecos, Níger, Nigeria, República Centroafricana, Senegal, Sierra Leona, Somalia, Sudán, Túnez, Togo, Uganda, Yibuti, Zaire y Zambia. Y en algunas sociedades de otros países africanos donde no está reconocida legalmente se practica ampliamente. El presidente Zuma, de Sudáfrica, tiene 6 esposas, y el rey de Swazilandia tiene 13, bajo diversas formas legales o tradicionales. 


El sacerdote inglés Alexander Lucie-Smith, escribiendo en el Catholic Herald, comenta: "Sé por mi antiguo ministerio en Kenia que la poligamia no es desconocida entre los católicos; la gente en ese tipo de situación podría pensar que la admisión a la comunión de los que están en una segunda unión irregular les da otra posibilidad".

Lucie-Smith cita un informe de 2004 que calculaba que la mitad de los matrimonios en Senegal son polígamos (pero es un país con un 84% de musulmanes y sólo un 6% de católicos).

Los costes de mantener más de una esposa hace que en las ciudades la poligamia se vaya reduciendo lentamente, pero en el campo, donde las esposas son vistas como muy útiles en el trabajo en el campo y en la casa, se mantiene. 



"Una iniciativa podría ir bien en Berlín o Viena, pero ¿qué efecto tendría en Peoria, Nairobi, Delhi o Manila? Ninguna iglesia particular tiene un monopolio de la verdad y ninguna cultura particular puede reclamar tener una visión absoluta sobre las otras. El imperialismo cultural no puede ser católico. Cuando los misioneros llegan a África intentan, lo mejor que pueden, introducir el Evangelio de Cristo, no la cultura occidental", escribe Lucie-Smith.

Las culturas, sean africanas o occidentales, deben adaptarse al mensaje de Cristo: Jesucristo es el modelo, comenta Lucie-Smith.


En África eso ha significado que durante más de cien años los misioneros se han esforzado contra costumbres como la poligamia, los matrimonios forzados, los linchamientos por acusaciones de brujería (o por oponerse a la brujería, como el beato mártir Benedict Daswa), la mutilación genital femenina...

"Si los polígamos fueran admitidos a la Santa Comunión por la razón que sea, desmantelaría el trabajo de un siglo de misioneros que han enseñando firmemente que el matrimonio es la unión exclusiva y de por vida entre un hombre y una mujer, que sólo la muerte disuelve. Dañaría gravemente la credibilidad de la Iglesia y minaría la autoridad de la Escritura. No podemos admitir polígamos a la Santa Comunión, sean de poligamia 'en serie' o 'al mismo tiempo', sean occidentales o de otros continentes", concluye el ex-misionero.