Según informa The Tablet, Wolfgang Thierse, presidente del Bundestag entre 1998 y 2005 y actualmente vicepresidente del Parlamento alemán, visitó el Vaticano para entrevistarse con el cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos.

Thierse, político socialista procedente de la antigua Alemania comunista, es católico y está considerado una de las bestias negras de la extrema derecha germana.

La finalidad del encuentro fue pedir garantías, en nombre del Gobierno alemán que preside Angela Merkel (y que el SPD apoya), de que durante las negociaciones entre la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX) y la Santa Sede, se exigirá a los lefebvristas que acepten la declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano II, que entre otros puntos marca la posición de la Iglesia postconciliar ante el pueblo judío.

Según estas informaciones, el cardenal Koch habría asegurado a Thierse que la Fraternidad aceptará la autoridad del magisterio de la Iglesia y reconocerá el Concilio Vaticano II.

La visita de Thierse se enmarca en la polémica que suscitaron en Alemania unas declaraciones del obispo Richard Williamson, de la FSSPX, en las que cuestionaba la veracidad histórica de las cámaras de gas y del número de víctimas del Holocausto.