Los obispos de la Iglesia Anglicana de Inglaterra han frenado temporalmente los nombramientos de obispos y sacerdotes homosexuales. Esperando el documento con el que se establecerán definitivamente las normas relativas en 2013, los anglicanos retroceden para evitar la fuga de fieles y para detener las polémicas lacerantes que ha provocado el “sí” a los obispos homosexuales.

Así lo hace saber en Vatican Insider Giacomo Galeazzi, quien trae a la memoria que "hace apenas un año, el jefe de los anglicanos, Rowam Williams, había establecido que ´la Iglesia Anglicana no tiene ningún problema en nombrar obispos personas homosexuales, siempre y cuando se respeten la tradición y los estándares históricos que imponen a cualquier sacerdote el celibato´".

Según Galeazzi, el "problema es particularmente espinoso porque, mientras que en la Iglesia católica todos los sacerdotes deben mantener el celibato, en la anglicana lo harían solo los homosexuales, con una evidente discriminación".