El economista, escritor y columnista Jorge Soley recibió el pasado 28 de septiembre el Premio Religión en Libertad 2022 en la categoría Letras Breves, en reconocimiento a su incansable labor de años enriqueciendo con sus artículos de actualidad, siempre con finalidad apologética y evangelizadora, numerosas publicaciones.

Entre ellas, ReL, donde escribe en su blog Mientras el mundo gira, que aúna información y enfoque. Soley es autor de varios libros, entre ellos uno de reciente aparición, sobre el fanatismo woke, titulado Manual para comprender y resistir a la cultura de la cancelación

"Son letras breves, pero muchas", bromeó en las palabras que dirigió a los presentes en el Aula Magna de la Universidad CEU San Pablo de Madrid, donde transcurrió el acto. Aludía a la cantidad de publicaciones que le reclaman y al agobio de los plazos. "Pero digo siempre que sí pensando en dos pasajes evangélicos", apuntó.

Uno, el del Juicio Final (Mt 25, 31-46): "Cuando llegue a las puertas del cielo y Nuestro Señor me diga: 'Pasa porque me orientaste, me diste luz en algo'. Yo diré: '¿Y cuándo hice eso?'. 'Pues cuando con aquel artículo ayudaste a aquél, a mí me lo hacías'. ¡Tengo esa esperanza!", confesó.

El otro es la parábola de los talentos (Mt 25, 14-30): "No me cuesta escribir. Pues ya que Dios me ha dado esa gracia, empleémosla en Su servicio".

A continuación, Soley explicó que esa tarea de escribir la hace "con pasión y entusiasmo", que nacen de "haber descubierto un tesoro, 'el' tesoro, que es Cristo, y su esposa, la Iglesia, y la enseñanza de la Iglesia, que te ayuda a entenderlo todo: a entender el hombre, a entender el mundo, a entender la historia, a ver que todo cuadra. Y cuando uno tiene este tesoro, quiere comunicarlo".

 

"Por eso a veces me deja atónito y triste", continuó, "el complejo de inferioridad de algunos cristianos ante el mundo, como si el mundo nos enseñara algo mejor o de gran valor. No es así. Lo que nos enseña la Iglesia es infinitamente mejor. La Iglesia es un gran tesoro, el mundo nos ofrece un sinsentido. La Iglesia, cada vez más, es el último refugio de la belleza, de la verdad,  de la razón y del bien".

Soley concluyó expresando que el premio recibido será para él "un acicate para seguir siendo un instrumento que sirva para que más gente descubra este tesoro", por que ese tesoro es,  en este "triste y angustiado" mundo, "el secreto de la verdadera felicidad y el camino para ir al cielo, que, a fin de cuentas, es de lo que se trata".