Un equipo del programa de RTVE "Pueblo de Dios" ha estado en Senegal recogiendo material sobre la vida de los cristianos allí. Santiago Riesco, uno de los miembros del equipo, comenta en el blog del programa el caso de la misionera Sor Justina Miguel Gil, que a sus 78 años es la "mamá" de 80 niños de menos de un año.

Riesco escribe que Justina es "una madrileña nacida en Vijuesa, un pueblecito de Zaragoza". Cuando tenía nueve años, junto con su madre y sus otros cinco hermanos, viajó a Madrid. Ahí estudió enfermería y, cuando tenía 21 años, sintió que quería entregar su vida a los demás.


Sor Justina ingresó en las Franciscanas Misioneras de María como enfermera y sus superioras enseguida la enviaron a Senegal. Era el año 1973. Pero sólo estuvo un año aprendiendo francés y casi de paso para Burkina Faso -cuando aún se llamaba Alto Volta-. Ahí pilló la malaria y la cosa se complicó tanto que a los cuatro meses estaba trabajando en el hospital de Niamey, en Níger, donde fue enfermera durante nueve años.

Luego regresó a Burkina Faso y durante otros siete años, trabajó en una maternidad ayudando en partos y el cuidado de bebés.

Debido a una lesión en un ojo y a que los medicamentos antipalúdicos cada vez la protegían menos regresó a Madrid en 1990 tras 19 años en África.




Tras seis años en España, y "más o menos recuperada", volvió a África, a la Pouponniere de Dakar (www.dakarpouponniere.com), una casa-cuna en la que recogen a niños huérfanos de madre (algunos de padre y madre), y a bebés abandonados o recién nacidos cuya madre ha caído enferma y no puede atenderlos durante el primer año de vida.

"Tiene 80 muñecos de entre 0 y 12 meses que no dejan de llorar, de reír, de ponerse malos, de tomar biberones y papillas, de pedir que les cambien el pañal, de solicitar baños, mimos, masajes en la tripa para los cólicos y que les cojan y les canten para dormirse después de que les llenen de besos", explica el periodista de Pueblo de Dios.

"Justina insiste una y otra vez en que sus niños son los más guapos de Senegal. Conoce a todos y cada uno de ellos por su nombre. Sabe cuál es su juguete. Impresiona escuchar a un bebé llorar en una sala repleta de cunas y que la hermana diga el nombre de un bebé para que una de las chicas que colaboran con ella en este Hogar Cuna se dirija hasta su camita y lo coja para calmarle".



Varias voluntarias colaboran en la atención a todos estos bebés

En la Pouponniere han sacado adelante, desde 1955, a más de 4.000 niños. La inmensa mayoría han vuelto con su padre o sus familiares después de superar el primer año de crianza. Alrededor del 12% han encontrado una nueva familia en Senegal, en Italia o en España.

Son ya 19 años los que Sor Justina lleva en esta misión de Dakar. "Ahora tiene que cuidarse un poco más porque ya ha cumplido los 78. Cada año va a España a que el cardiólogo controle su corazón al tiempo que se reúne con las familias de los más de 40 niños de chocolate que viven y dan vida en nuestro país. Ellos son los que le curan realmente el corazón", explica Santiago Riesco.

En 2010 el programa de TV "Aragoneses por el mundo" ya habló del hermoso trabajo de Sor Justina y sus compañeras en esta casa-cuna de Dakar.