Douglas Beaumont es uno de esos evangélicos eruditos, apasionados por la Biblia y la apologética, profesor en seminario evangélico durante años, que a partir de cierto momento exploró la fe católica y sintió que en ella está la plenitud de la enseñanza cristiana.

Necesitó 5 años de estudio y controversia intensa antes de dar el paso de hacerse católico. Ha contado su historia con detalle en el libro sobre ex-evangélicos Evangelical Exodus y, más breve, en CHNetwork. Hoy es uno de los portavoces de Catholic Answers y sigue haciendo apologética en su web Douglasbeaumont.com . Esta es su historia de descubrimiento de la Iglesia Católica.

Evangelical Exodus narra las historias de seminaristas y estudiosos evangélicos, hombres enamorados de Dios y su Palabra, que en años recientes del s.XXI se han hecho católicos, convencidos de la plenitud de la verdad de la doctrina y la Iglesia Católica

Infancia casi sin fe, alejado de Dios en la adolescencia

"No recibí una educación muy religiosa", explica Douglas Beaumont sobre su infancia. "Indirectamente me enseñaron que Dios existía y mantuve una vaga creencia en Él hasta el instituto, cuando me convertí en un agnóstico en la práctica. Con miles de religiones en el mundo, y con la ciencia cambiando de opinión continuamente sobre 'la verdad', no sentí una necesidad de comprometerme con una fe. Más aún, me gustaba vivir sin reglas religiosas. Me parecía que si algún cristiano intentaba evangelizarme, nunca podrían responder adecuadamente a mis preguntas. No pensaba cambiar mi vida si no tenía buenas razones para ello", recuerda Douglas.

Sin embargo, él creía en la verdad, que uno debía buscarla, reconocerla, aceptarla cuando había datos suficientes.

El último año de instituto conoció a un par de cristianos evangélicos "que conocían de verdad su fe y rápidamente destrozaron mis argumentos contra el cristianismo. Mi increencia se convirtió en algo que dependía ya solo de mi voluntad, y no tardé mucho en rendirme y aceptarlo. Recé pidiendo el perdón de Dios y poniendo en Jesús mi confianza para ser salvado".

Apasionado por la apologética, al Seminario Evangélico, 

Ese verano se apuntó a hacer un trabajo en un campamento cristiano de vacaciones y allí empezó a aprender sobre la fe. Se animó a estudiar teología en la Northwest University y después entró en el recién creado Southern Evangelical Seminary (SES), especializándose en apologética, la defensa argumentada y razonada de la fe, la Biblia, las posiciones cristianas. Le gusta recordar la frase de San Pablo en 2 Corintios 10,5: "Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios". Ganar almas implica, a menudo, destruir los argumentos malos y falsos que alejan de la verdad.

Como joven profesor casado, aprendiendo y dando clase de apologética en el SES, pasó años que recuerda con alegría, en los que hizo amistades para toda la vida, años divertidos e intelectualmente satisfactorios. Fue profesor, webmaster, responsable de educacióna distancia, empezó sus estudios de doctorado, fue ordenado como pastor, le publicaban libros y acudía a predicar a iglesias, retiros y campamentos de todo el país.

"Sentí que casi había llegado al estatus de 'rock star evangélico'", bromea.

Primer contacto con la fe católica

Todo parecía ir sobre ruedas, hasta que un compañero que había estudiado exactamente lo mismo que él anunció que se había hecho católico. Los profesores y trabajadores del SES no sólo se sentían conmocionados, sino que algunos se sentían traicionados. Este hombre, como todos, había leído el libro del impulsor del SES, Norman Geisler, sobre los fallos del catolicismo. ¿Cómo podía hacer eso ahora?

Douglas empezó a intercambiar cartas con este ex-compañero, durante varios meses. Douglas admite que en esas discusiones a veces "salía lo peor de mí". Decidió parar el debate epistolar porque su interlocutor resultó ser ahora muy capaz como apologista católico. Douglas necesitaba "más tiempo para prepararme".

Desacuerdos doctrinales entre evangélicos: ¿quién tiene autoridad?

Durante varios años más, el tema del catolicismo quedó sólo en la trastienda de su memoria, mientras se dedicaba a otros asuntos. Pero la propia debilidad de la teología evangélica iba a asomar a su día a día laboral. Aunque el SES tenía mucho prestigio visto desde fuera, al pasar los años veía cómo se acumulaban rencillas humanas, maniobras laborales y politiqueos. Eso era doloroso, pero comprensible, humano. Pero había también tensiones teológicas, enfados por distintas posturas doctrinales sin ninguna autoridad que pudiera resolverlas. "Abriendo mis ojos a la realidad detrás de la retórica que tantos años yo acepté, me desilusioné", dice Doug.

Después de 15 años en el SES, él no quería dejar la fe evangélica, él quería respuestas... y las buscó durante 5 años intensos que le llevaron al catolicismo.

Por ejemplo, ¿de verdad ningún grupo cristiano en 2.000 años entendió bien el cristianismo hasta que aparecieron ellos, específicamente los "evangélicos baptistas dispensacionalistas no-carismáticos moderados realistas"?

¿Cómo saben los evangélicos que sólo los libros de la Biblia protestante -en la que faltan los libros Deuterocanónicos- están inspirados?

Muchos protestantes dicen que basta con estar de acuerdo en "lo esencial" para ser cristiano "ortodoxo"... pero ¿qué es lo esencial? La Biblia no da una lista de doctrinas diciendo cuáles son esenciales.

"En esta ocasión, lo novedoso es que yo ya no me iba a contentar con respuestas fáciles", señala Douglas.

Douglas Beaumont muestra 15 páginas que le envía un antiguo compañero de seminario evangélico, con argumentos contra su opción por el catolicismo... a los que responde

La Iglesia Católica creó la Biblia... ¿no le da eso autoridad?

"Cuanto más estudiaba la historia detrás de la Biblia, más me encontraba con la Iglesia Católica. No sólo fue la Iglesia la que decidió qué libros entraban en la Biblia, sino que la Iglesia lo hizo cuando ya tenía varios siglos de existencia". De hecho, señala, cuando encontramos la primera lista canónica que establece con autoridad qué libros son Palabra inspirada por Dios, la Iglesia católica ya había establecido varias otras doctrinas que, como evangélico, le incomodaban. ¿Tenía la Iglesia antigua autoridad para establecer qué es Biblia y no para establecer otras enseñanzas?

No basta con tener una lista de libros con la Palabra de Dios: hay que interpretar sus enseñanzas. Y cada grupo protestante sacaba interpretaciones incompatibles. En SES presumían de enseñar "la fe histórica", pero Douglas veía que en realidad muchas de sus enseñanzas eran un potaje mixto de doctrinas anabaptistas, teología post-Reforma y creencias de finales del siglo XIX. Podían ser correctas o no, pero no parecían "la fe cristiana histórica".

Sin una tradición infalible y con autoridad de verdad, no había forma de interpretar los textos: el cristianismo sería devorado por el relativismo.

¿Cómo encontrar "lo esencial"? Al menos, con los credos antiguos y un canon de la Escritura... pero todo eso lo daba la Iglesia antigua. Uno no podía seguir siendo protestante (cada uno a su manera) sino que debía unirse a esa Iglesia "antigua".

Hay que tener en cuenta que Douglas llegó a esta conclusión sin haber leído aún ningún apologeta católico, sólo leyendo estudiosos protestantes desautorizándose unos a otros.

Otra debilidad: o adular a la gente o rupturas sin fin

El protestantismo tenía además otra debilidad. "Los líderes y ministerios evangélicos sólo pueden tener éxito adquiriendo y conservando una base de seguidores. Eso requiere rebajarse -para mantener a los seguidores- o controversias -para expulsar a los no-fans. Se necesita un nivel de autoridad más allá del individuo o grupo de individuos que hacen una interpretación privada de la Escritura", entendía de nuevo.

La Iglesia que Jesús fundó tenía que poder ser identificada de forma histórica, objetiva, con autoridad.

Explorando el mundo anglicano

Pasados 3 años de investigación, en el SES se inquietaron con él. Decidió empezar a acudir con su familia a iglesias anglicanas conservadoras, que habían roto con el episcopalianismo, el anglicanismo "liberal" que acepta todo tipo de pecados sexuales.

Estos anglicanos conservadores le introdujeron más en la historia de la Iglesia, la liturgia, los credos antiguos... Pero seguían sometidos a las mismas debilidades que el mundo evangélico y su falta de unidad doctrinal. Además, el origen de la Iglesia Anglicana (el deseo del rey Enrique VIII de divorciarse de Catalina de Aragón) y sus efectos ("divorcio, anticoncepción, matrimonio y ordenación homosexuales, obispos herejes...") no eran fáciles de defender.

Estudiando ortodoxia en una parroquia griega

Buscaba una iglesia que fuera "una, santa, católica y apostólica"... pero no "católica romana, con Papa". ¿Podía ser la Iglesia Ortodoxa? "Cualquier cosa excepto el catolicismo me sonaba bien", admite.

"La Iglesia Ortodoxa no sólo era antigua y apostólica, sino también hermosa. Y no tenía que responder por las cruzadas, Galileo, la Inquisición o la Reforma. Mejor aún, no tenía Papa con el que tratar. De hecho, la fe era tan mística que la mayoría de protestantes no tenía ni idea de qué se enseñaba. Tomé clases de Ortodoxia en una iglesia griega local, con otros miembros del SES, algunos de los cuales se hicieron ortodoxos".

Sin embargo, pronto vio que en el mundo real la ortodoxia estaba muy dividida por razones étnicas y culturales, y que si se hacía ortodoxo tendría que meterse en "batallas este-oeste contra los católicos". "Y yo dudaba tener alguna oportunidad contra la Iglesia de Agustín, Anselmo y Tomás de Aquino". Y muchas de las estrategias problemáticas del protestantismo pervivían en esta ortodoxia.

Sólo quedaba la Iglesia Católica por examinar, con todas sus extrañas doctrinas: María, el Purgatorio, la infalibilidad papal, rezar a los difuntos, clero célibe (y, al parecer, mucho de él homosexual o pedófilo... según insistía la prensa con tristes casos reales)

A los 5 años de investigación incómoda, Douglas -que como apologeta no era especialmente simpático ni comedido- había hecho unas cuantas enemistades y había cansado a sus contactos protestantes. Su esposa, baptista fundamentalista desde niña, estaba harta y lloraba cuando hablaban de teología. Y Douglas dejó sus últimos trabajos en el SES y buscó un empleo civil.

Explorar la fe católica... y descubrir muchos antiguos compañeros

Finalmente, en 2013 decidió apuntarse a un curso de Iniciación Cristiana para Adultos, el curso oficial para los que consideraban hacerse católicos. "Si llegaba la Pascua y no había descubierto una forma de salir, la Iglesia se quedaría conmigo", pensaba.

Douglas Beaumont junto al libro de testimonios de ex-seminaristas y profesores evangélicos, Evangelical Exodus, en la librería de la Franciscan University de Steubenville

Pero entonces descubrió que más de veinte antiguos alumnos del SES, de entre 20 y 40 años, se estaban haciendo católicos, o lo habían hecho en los últimos años. Muchos de ellos cuentan sus testimonios en el libro Evangelical Exodus. Eran enamorados del Señor y de la Palabra que buscaban la Iglesia que Cristo fundó. Y la mayoría había hecho su viaje espiritual por separado, sólo ahora iban contactando unos con otros.

"Para aclarar mis ideas, blogueé, debatí, enseñé y discutí" todos los temas conflictivos del catolicismo. Muchos descubrió que se los habían explicado mal en ámbitos protestantes. Otros eran ideas que él ya aceptaba, pero que los católicos y la Tradición habían desarrollado y llevado a sus consecuencias lógicas.

Veía claro ahora que ni la Biblia ni la historia conseguían refutar las enseñanzas católicas, sino que las reforzaban, y que éstas llenaban de forma satisfactoria todos los agujeros que había visto desde el mundo evangélico.

En su época de investigaciones, le asombró comprobar que los católicos que se habían hecho evangélicos "tendían a odiar o no entender bien el catolicismo, mientras que los católicos ex-evangélicos, por el contrario, apreciaban y entendían el mundo evangélico. Puedo decir que para muchos, y para mí también, el catolicismo no es tanto un rechazo de mi creencia pasada sino su desarrollo".

Católico desde Pascua de 2014

Al final, aceptó que hacerse católico significaba confiar en la Iglesia que Cristo creó. Él había sido siempre exigente en su búsqueda de la verdad. No podía ahora seguir fuera de la Iglesia Católica viendo la verdad de sus doctrinas.

En la Vigilia Pascual de 2014 se hizo católico, fue confirmado y pudo recibir por primera vez la comunión.

Douglas dice que hoy aprecia y ama a los cristianos que permanecen en el mundo protestante y que trabaja "para construir puentes que os ayuden en vuestro viaje". Comparte muchos de sus conocimientos en Catholic Answers