Nader Kamil Malak Shaker es un sacerdote copto católico y religioso del Instituto del Verbo Encarnado. Con apenas 30 años está dispuesto a ser misionero en cualquier lugar al que nadie quiera ir, aunque ya de por sí su Egipto natal no es un destino nada sencillo para los cristianos.

Gracias a la beca que ha recibido de CARF (Centro Académico Romano Fundación), este religioso se encuentra ahora en Roma formándose en Teología Dogmática para luego desarrollar su misión en el mundo islámico. Así cuenta él mismo su propio testimonio como cristiano entre musulmanes:

"En Egipto, ser cristiano es muy difícil"

«Me crié una familia copta practicante católica en una ciudad donde, gracias a Dios, la mayoría de los habitantes somos católicos. En cambio, en mi país, Egipto, ser cristiano y ser sacerdote es muy difícil, ya que los cristianos de Oriente Medio, pero sobre todo los egipcios, tuvimos, a lo largo de la historia, muchas persecuciones, tanto al inicio del cristianismo como también después de la invasión árabe, que en cierta forma intentó eliminar nuestras tradiciones.

Sin embargo, por la gracia de Dios y con su ayuda, siempre hemos perseverado y seguimos perseverando en nuestra fe  y también en mantener nuestras tradiciones.

El islam, la religión oficial

La persecución por parte de un estado que tiene el islam como su religión oficial empieza ya en la escuela, en la enseñanza primaria: de hecho tuve desde pequeño que aprender algunos textos del Corán bajo el pretexto del aprendizaje de la lengua árabe, y eso no era algo opcional sino obligatorio, así como era obligatorio tener exámenes donde no solamente debíamos analizar estos textos desde un punto de vista gramatical o lingüístico, sino también teníamos que saberlo todo de memoria.

No es nada fácil para un niño, que sea cristiano o musulmán, tener cada año que aprender de memoria 8 textos de este tipo. Otra forma de persecución era no tener derecho como cristianos a las clases de religión, mientras que los alumnos islámicos sí las tenían ordinariamente. Tampoco los niños cristianos podíamos acudir a las clases de música o de deporte.

También en la vida civil, los cristianos tenemos menos derechos que los musulmanes: por ejemplo, cuando hay que construir una iglesia nosotros los cristianos tenemos que pedirle la autorización al mismo Presidente o, al menos, del Consejo del Presidente de la República. ¡Y eso incluso para construir o restaurar una iglesia pequeña! Los musulmanes por el contrario cuando quieren construir una mezquita sólo tiene que tener el permiso del municipio como sería normal. Ser sacerdote en Egipto es difícil.

«Me ofrecieron convertirme al Islam»

Después de la escuela tuve que ir a trabajar a una ciudad en el noreste, donde no había cristianos, y dos veces me ofrecieron convertirme en musulmán, pero gracias a Dios y también gracias a nuestras tradiciones pude resistir estas dos tentaciones.

Algunas de las formas en que los grupos islámicos irregulares suelen convertir a los cristianos al Islam: con respecto a los hombres, prometer dinero para el matrimonio y otras cosas similares; en cuanto a las mujeres, a veces las hacen emborrachar y luego abusan de ellas. Este solamente es un pequeño ejemplo para aquellos que dicen que los cristianos en Egipto viven en un país liberal.

Sacerdote en Egipto

En cuanto a mi vocación religiosa como en la mayoría de los casos no pensaba ser religioso o sacerdote. Era un chico normal que trabajaba pero cuando Dios llama no puedes decirle que no y, como dice la Biblia, nuestros caminos no son sus caminos, nuestros pensamientos no son los suyos.

Ya había conocido a los padres del Verbo Encarnado, una Congregación que nació en Argentina en 1984. Esta congregación tiene como carismas principales la misión y la vida contemplativa, en dos ramas distintas. Después de solo 35 años desde la fundación, gracias a Dios estamos presentes en los 5 continentes. Ahora soy un sacerdote de Egipto.

Con respecto a la misión, nuestro carisma es la Evangelización en la Cultura y tenemos como padre espiritual a San Juan Pablo II, ya que él mismo nos llamó a evangelizar en diferentes partes del mundo. En particular, los sacerdotes y religiosos estamos presentes en las tierras más difíciles como en Oriente Medio, Alepo (Siria), Bagdad (Iraq), Gaza (Palestina), Papúa Nueva Guinea, Tanzania, Egipto y en otros países.

Ir a los lugares que nadie quiere ir

Nuestro objetivo principal, no negociable, es de ir a lugares nadie quiere ir, para formarnos y formar según los ejemplos y los carismas de los siguientes santos: con respecto a la espiritualidad, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús; con respecto al apostolado de los ejercicios espirituales, San Ignacio de Loyola; con respecto a nuestra consagración mariana y al cuarto voto mariano, San Louis Grignon de Montfort; en cuanto al apostolado con los jóvenes, San Juan Bosco, San Felipe Neri; en cuanto a la vida intelectual, Santo Tomás de Aquino y muchos otros santos.

Nuestra Congregación del Verbo Encarnado, con su presencia, también forma parte de este martirio, ya que debe encarnar la vida de Cristo, en una sociedad en la que no podemos hablar abiertamente de nuestra fe.

Después de conocerla, decidí hacer ejercicios espirituales de acuerdo con el método de San Ignacio, él que seguimos en nuestra familia religiosa, y bueno, pasó que, después de los ejercicios ya no me fui a casa. Y esto fue en marzo de 2011, y desde este momento comencé mi vida religiosa para prepararme como sacerdote.

Iglesia copta, Iglesia de mártires

Profesé mis votos perpetuos, en la basílica papal de Santa María la Mayor, en Roma, en 2018. Luego, después de recibir la Orden Sagrada del Diaconado, en 2019 fui ordenado sacerdote, tomando Shaker Filopatir Kamil Malak como nombre religioso, según el Rito de la Iglesia Católica Copta.

La Iglesia copta es una iglesia de mártires desde el primer siglo hasta la actualidad. Casi todos los años esta pequeña comunidad ofrece mártires a la Iglesia universal: esto se debe a la presencia de grupos islámicos extremistas en nuestro país.

Pero los coptos estamos orgullosos de nuestros padres que en los primeros siglos dieron una gran contribución a la Iglesia universal, tanto en términos de santidad como de modelos de vida: vida religiosa, en sus diversas formas, comenzando con los santos Antonio, Pacomio, Macario el grande, etc.

También hemos tenido grandes santos en cuanto a la doctrina de la Iglesia: Atanasio el grande, Cirilo de Alejandría, etc. Estos santos, con su intercesión, nos dan la fuerza para resistir a todos los ataques de nuestros adversarios, tanto en el martirio como en la santidad de la vida.

En la Pontificia Universidad de la Santa Cruz

Ya ven, mi vida en un país donde los cristianos son perseguidos, y también los carismas particulares de mi Congregación, me empujaron, ya desde el seminario, a profundizar el tema del Islam, ya que normalmente conociendo las raíces podemos identificar el fruto, que ya experimentamos todos los días.

Así que hoy en día, como sacerdote de Egipto me estoy dedicando a estudiar y escribir en mi formación en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, donde estoy cursando el primer año de la Licenciatura en Teología Dogmática, sobre algunos atributos divinos en el cristianismo, cotejándolos  con los atributos de Dios en la doctrina islámica, especialmente en el Corán.

Como sacerdote, estoy profundizando, en particular, los siguientes atributos: Misericordia, Justicia, Omnipotencia. Este último, sí se identifica más con el dios del Corán, Allah, que no puede ser visto de la misma manera que el nuestro Dios.

En cuando es el documento Nostra Aetate, del Concilio Vaticano II, se habla de la relación con el Islam y se enumeran estos atributos; por lo tanto en mis estudios estoy teniendo este documento como punto de partida para mi trabajo.

Todos los días, en mis estudios y en mi vida sacerdotal y religiosa, me acuerdo de mis bienhechores, que tanto bien están haciendo no solamente a mí, sino también a mi Congregación y a la Iglesia copta de Egipto, perseguida pero no desanimada, en lucha pero no vencida.

Espero que algún día pueda hacer algo que sirva no solo a nuestra Iglesia en particular sino también a la Iglesia universal, para que no solamente mi empeño, sino también la contribución de mis queridos bienhechores, pueda dar el fruto que Dios quiera».