El próximo 9 de noviembre la Catedral de Granada acogerá la beatificación de la María Emilia Riquelme y Zayas, fundadora de la Congregación de las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, que tiene en Granada su Casa Madre y está presente en México, Colombia, Bolivia, Brasil, Estados Unidos, Angola, Filipinas y Portugal, así como diversas casas de religiosas en España.

El comisario para la beatificación Juan Antonio López-Frías, la hermana Superiora General de la Casa Madre, Leonor Gutiérrez, y el sacerdote diocesano y responsable de la Comisión de Organización para la Beatificación José Antonio Villena han explicado que se desea vivir esta beatificación como “explosión de comunión” con toda la Iglesia, por lo que invitan a todos los granadinos a participar. Y para ello, en los días previos, se han preparado unas actividades, denominadas “Semana de la santidad”, del 5 al 8 de noviembre, con encuentros sobre el carisma, la acogida de peregrinos internacionales, vigilias de oración, Eucaristías, etc.

La ceremonia estará presidida por el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Giovanni Angelo Becciu, y concelebrada por el Arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez, junto a numerosos obispos que vendrán de toda España y del extranjero.

Se esperan peregrinos de México, Colombia, Bolivia, Brasil, Estados Unidos, Angola, Filipinas y Portugal, y de las ciudades españolas donde la congregación está presente: Madrid, Mallorca, Barcelona, Pamplona y Cáceres.

Curación de una pancreatitis severa

A la ceremonia asistirá también Nelson Yepes, cuya curación por intercesión de María Emilia Riquelme de la pancreatitis severa que padecía ha permitido el milagro de la beatificación.

Nelson Yepes ingresó en el hospital por una pancreatitis severa, en la ciudad de Medellín (Colombia). A la llegada al hospital los médicos descubrieron que su páncreas está deshecho. Su hermana Emilia, religiosa de la Congregación de las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, pidió rápidamente a todas las hermanas que rezaran la novena a María Emilia pidiendo la curación de Nelson. Se unieron a esta novena toda su familia y amigos de su pueblo natal.

Cuando los médicos lo dieron por un imposible, recibió la unción de enfermos y todos esperaron su muerte. Inesperadamente, en medio de ese trance, los médicos observaron que el páncreas empezó a regenerarse hasta su total regeneración.