El Papa aterrizó este domingo a las 22.00, hora local, en el aeropuerto internacional de Abu Dabi, en el que es el 27ª viaje internacional de Francisco, y el primero de un Papa a la península arábiga.

Para el Pontífice este viaje tiene por lema: "Hazme instrumento de tu paz", para seguir la senda de la esperanza que hace 8 siglos acompañó el encuentro entre San Francisco y el Sultán de Egipto Malik Al Kamil.

Bienvenida por todo lo alto

Según recoge Vatican News, Francisco al llegar al aeropuerto no bajó por la pista para saludar a las delegaciones, sino que entró directamente, desde el avión, en un pasillo cubierto, el llamado "dedo", acompañado por el Príncipe Heredero, Su Alteza el Jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan, y ahí, con un saludo y unas palabras cariñosas, recibió el regalo floral de dos niños vestidos con trajes tradicionales.

Luego pasó revista a la Guardia de Honor y, como de costumbre, el saludo a las delegaciones en la sala de protocolo. Después, el abrazo más caluroso al "amigo y querido hermano", que Francisco encuentra por quinta vez, el Gran Imán de Al-Azhar, Ahamad Al-Tayyb. Será esta figura autorizada y eminente del mundo islámico la que acompañará al Papa en las reuniones de este viaje, como ha precisado el director interino de la Oficina de Prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti.

Junto al líder islámico Francisco se trasladó tras su bienvenida marcada por la música tradicional  a bordo de un pequeño autobús  -que recorrió unos 28 km- al Palacio de Mushrif, residencia de honor a disposición de ilustres invitados, que servirá de alojamiento para toda la estancia del Papa, porque en  los Emiratos Árabes Unidos no hay Nunciatura.

Inicio de los actos del viaje

Este lunes por la mañana se ha producido la ceremonia oficial de bienvenida en el majestuoso palacio presidencial. Escoltado por la guardia a caballo, y con banderas de la Santa Sede y del emirato, el Papa recorrió en su vehículo la amplia avenida hasta llegar al punto de encuentro.