En la catequesis que cada miércoles imparte durante sus audiencias generales, el Papa Francisco ha hablado en esta ocasión de la imagen de Jesús orante, continuando así sus explicaciones sobre el Padrenuestro.

“Jesús es, sobre todo, el orante. En cada paso de su vida, es el Espíritu Santo quien lo guía en su actuar. Antes de tomar decisiones importantes, Jesús ora, dialoga con el Padre”, explicó el Pontífice.

"Nos consuela"

Para ello, Francisco señaló algunos de los momentos de oración de Jesús que recogen los Evangelios. De este modo, afirmó que “Jesús reza en el bautismo en el Jordán, dialoga con el Padre antes de tomar las decisiones más importantes, a menudo se retira a la soledad para orar, intercede por Pedro que pronto lo negará”.

Esto "nos consuela", dijo Francisco: “El saber que Jesús ora por nosotros, ora por mí, por cada uno de nosotros, para que nuestra fe no falle. Por eso también nosotros podemos decir a Jesús: Tú rezas por mí, sigue rezando porque yo lo necesito. Así ¡valientes!”.

Recordó también la petición que le hicieron los discípulos para que les enseñara a orar, algo que invitó a hacer también hoy: “Jesús les muestra con qué palabras y qué sentimientos deben tener para dirigirse a Dios. Lo hace enseñándoles el Padrenuestro las actitudes que el creyente debe tener cuando ora, que son la perseverancia y la confianza”.

"Ninguna oración queda desatendida"

Francisco insistió en la importancia de la “perseverancia” para la oración porque en muchas ocasiones “pareciera que Dios no nos escucha, sin embargo no es así, porque ninguna oración queda desatendida. A la perseverancia se une la confianza puesta en Dios, porque Él es un Padre bueno y nunca olvida a sus hijos que sufren”.

El Papa remarcó la palabra “Padre”, una palabra bella. “Podemos  pasar –agregó- el tiempo de la oración sólo con esta palabra, y sentir que tenemos un padre: no un maestro o un padrastro. No: un padre. Padre”.

"La oración nos cambia"

El Pontífice también quiso recordar la parábola del amigo inoportuno: “¿Qué le dice Jesús a este hombre que llama a la puerta y despierta a su amigo, qué le dice Jesús?:  “Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario” (Lc 11,9) Con esto quiere enseñarnos a orar e insistir en la oración".

"La oración cambia la realidad, y nos cambia también a nosotros. Es, ya desde ahora, la victoria sobre la soledad y la desesperación; un camino que nos lleva a Dios, nuestro Padre, que espera todo y a todos con los brazos abiertos”, insistió.