El Papa Francisco ha publicado el mensaje por la Jornada Mundial del Enfermo que se celebrará el próximo 11 de febrero, festividad de la Virgen de Lourdes, y que se hará de manera solemne este año en la ciudad india de Calcuta.

Por ello, el Pontífice recuerda la figura de Santa Teresa de Calcuta que ayuda “a comprender  que el único criterio de acción debe ser el amor gratuito a todos, sin distinción de lengua, cultura, etnia o religión. Su ejemplo sigue guiándonos para que abramos horizontes de alegría y de esperanza a la humanidad necesitada de comprensión y de ternura, sobre todo a quienes sufren”.

La importancia del don

Francisco explica de cara a la XXVII Jornada Mundial del Enfermo que “frente a la cultura del descarte y de la indiferencia, deseo animar que el don se sitúa como el paradigma capaz de desafiar el individualismo y la contemporánea fragmentación social, para impulsar nuevos vínculos y diversas formas de cooperación humana entre pueblos y culturas”.

El Papa insiste en su mensaje en que “cada hombre es pobre, necesitado e indigente” pues “cuando nacemos, necesitamos para vivir los cuidados de nuestros padres, y así en cada fase y etapa de la vida, nunca podemos liberarnos completamente de la necesidad y de la ayuda de los demás, nunca podremos arrancarnos del límite de la impotencia ante alguien o algo”.

Volviendo a poner como ejemplo la obra de la santa de Calcuta, Francisco reivindica la “gratuidad humana”, que no es otra cosa que “la levadura de la acción de los voluntarios, que son tan importantes en el sector socio-sanitario y que viven de manera elocuente la espiritualidad del Buen Samaritanos.

"La dimensión de la gratuidad"

Del mismo modo, Francisco se dirige a las organizaciones católicas que tienen estructuras sanitarias: “La dimensión de la gratuidad debería animar, sobre todo, las estructuras sanitarias católicas, porque es la lógica del Evangelio la que cualifica su labor, tanto en las zonas más avanzadas como en las más desfavorecidas del mundo”.

Añade además que “las estructuras católicas están llamadas a expresar el sentido del don, de la gratuidad y de la solidaridad, en respuesta a la lógica del beneficio a toda cosa, del dar para recibir, de la explotación que no mira a las personas”.

Por ello, el Papa exhorta a promover “la cultura de la gratuidad y del don, indispensable para superar la cultura del beneficio y del descarte. Las instituciones de salud católicas no deberían caer en la trampa de anteponer los intereses de empresa, sino más bien en proteger el cuidado de la persona en lugar del beneficio”.

Lea aquí el mensaje íntegro del Papa para la Jornada Mundial del Enfermo