Este miércoles la Audiencia General presidida por el Papa Francisco se ha celebrado en el Aula Pablo VI, y su catequesis la ha centrado en esta ocasión en un tema de actualidad como es la Navidad y no en la Eucaristía, de la que ha hablado las últimas semanas.

El Papa abogó por recuperar el sentido cristiano de la fiesta del Nacimiento de Cristo y aseguró que “en nuestro tiempo, especialmente en Europa, asistimos a una especie de ‘desnaturalización’ de la Navidad: en nombre de un falso respeto de quien no es cristiano, que a menudo esconde la voluntad de marginar la fe, se elimina de la fiesta toda referencia al nacimiento de Jesús”.


Por ello, el Santo Padre dijo que no puede existir esta fiesta sin el Nacimiento de Cristo, pues este acontecimiento “es la única y verdadera Navidad”.

“Sin Jesús no hay Navidad. Y si en el centro está Él, entonces todo lo de alrededor, las luces, los sonidos, las tradiciones locales, incluidas las comidas características, crean la atmósfera de la fiesta. Pero si le quitamos a Él, la luz se apaga y todo se convierte en algo falso, en solo apariencia”, agregó el Papa ante los miles de fieles que llenaban la sala.

Francisco quiso recordar que en estos días “el Hijo de Dios se presenta también hoy a nosotros” y lo hace como “el don de Dios para la humanidad que está inmersa en la noche y en el sopor del cielo”.


Sin embargo, el mundo prefiere, dijo el Papa, la “oscuridad” y los “malos hábitos”. Por ello, acoger el don de Dios “significa convertirse cada día en un don gratuito para aquellos que se encuentran en el propio camino. Y he aquí por qué en Navidad se intercambian regalos”.

El verdadero don para nosotros es Jesús –explicó Francisco- y cómo Él, queremos ser don para los demás”.

Por último, durante la Audiencia, el Pontífice quiso resaltar que “es Dios el que involucra a aquellos que, confinados a los márgenes de la sociedad, son los primeros destinatarios de su don, es decir, la salvación llevada por Jesús”.