El Papa Francisco ha continuado este miércoles, el primero de Pascua, con sus catequesis centradas en el Padrenuestro, y ha predicado acerca de la petición que enseñó Jesús: "perdónanos como nosotros perdonamos a los que nos ofenden".

Para el Papa, el amor de Dios es la causa de nuestra seguridad de que Él nos perdona.

"Dios ama infinitamente a cada uno de nosotros. Dependemos totalmente de Él, de quien recibimos todo, la vida del cuerpo y la de la gracia. Y porque sabemos que nos ama, tenemos también la seguridad de que nos perdona, pues somos pecadores y con necesidad de pedirle siempre perdón”, proclamó.

“En la Iglesia no hay hombres ‘auto-constituidos’ – precisó el Pontífice – hombres que se hayan hecho a sí mismos. Todos estamos en deuda con Dios y con muchas personas que nos han dado condiciones de vida favorables. Nuestra identidad se construye a partir del bien recibido”.

Por ello, el Papa Francisco dijo que, quien ora aprende a decir "gracias" y pide a Dios que sea benevolente con él o ella. Por mucho que nos esforcemos, queda siempre una deuda insuperable ante Dios, que nunca podremos devolver: Él nos ama infinitamente más de lo que nosotros le amamos a Él.

Siempre habrá algo por lo que pedir perdón

Además, el Pontífice señaló que, por mucho que nos comprometamos a vivir según las enseñanzas cristianas, en nuestras vidas siempre habrá algo de que pedir perdón: pensemos en los días que pasamos perezosamente, en los momentos en que el resentimiento ha ocupado nuestros corazones. Son estas experiencias, lamentablemente no raras, las que nos hacen implorar: "Perdona nuestras deudas, pidamos perdón a Dios".

El Padrenuestro podría haberse limitado a la frase "perdona nuestras deudas".

En cambio, Jesús quiso que figurara la relación con el perdón a los que nos ofenden.

Así, hay "una nueva relación que vivimos con nuestros hermanos", señala el Pontífice.

El Dios bueno nos invita a todos a ser buenos. Las dos partes de la invocación están unidas por una conjunción despiadada: ‘cómo’. Todo cristiano sabe que el perdón de los pecados existe para él, precisó el Papa, nada en los Evangelios nos hace sospechar que Dios no perdona los pecados de quien está bien dispuesto y pide ser abrazados de nuevo.

El Papa Francisco, explicando la fuerza de la gracia divina, recordó que la gracia de Dios, tan abundante, es siempre exigente. Los que han recibido tanto deben aprender a dar tanto.

"Si tú no perdonas, Dios no te perdonará"

En el Evangelio de Mateo, inmediatamente después de darnos el texto del "Padre nuestro", el evangelista se detiene en la expresión del perdón fraterno. “Pero esto es fuerte", dijo el Papa hablando espontáneamente.

"A veces he oído a la gente decir: ¡Nunca perdonaré a esa persona! Lo que me hicieron nunca lo perdonaré. Pero si tú no perdonas, Dios no te perdonará. Tú cierras la puerta. Pensamos, si somos capaces de perdonar, si no perdonamos”.
Narrando la historia de un sacerdote y la confesión una anciana mujer que estaba a punto de morir, el Papa contó que la mujer estaba arrepentida de sus pecados, pero no perdonaba a los demás y el sacerdote se quedaba muy angustiado porque esta mujer cerró las puertas a Dios.

“Aquí – precisó el Pontífice – encontramos de nuevo el vínculo entre el amor a Dios y el amor al prójimo. El amor llama al amor, el perdón llama al perdón”.

La parábola del siervo malvado

Asimismo, el Santo Padre presentó otra parábola del Evangelio de Mateo dedicada al perdón fraterno, la parábola del “siervo malvado” que había contraído una enorme deuda con su rey, que le fue condonado completamente. “Una gracia inesperada – afirmó el Papa – pero fue este mismo siervo, inmediatamente después, quien se enojó con uno de sus hermanos que le debía cien denarios y, aunque esta cifra era accesible, no aceptó excusas ni peticiones. Así que, al final, el Amo lo llama y lo condena. Porque si no se esfuerzan en perdonar, no serán perdonados; si no te esfuerzas en amar, ni siquiera serás amado”.

No todo se resuelve con la justicia, es necesario el amor

“En la vida – concluyó el Papa Francisco – no todo se resuelve con la justicia, es necesario el amor, por eso Jesús introduce en las relaciones humanas la fuerza del perdón, para que podamos amar «más allá de lo necesario» y no permitir a la venganza del mal propagarse hasta asfixiar al mundo entero".

"Jesús sustituye «la ley del talión» con la ley del amor: Lo que Dios ha hecho por nosotros, nosotros lo hacemos por nuestro prójimo”. Dios dona a todo cristiano la gracia de escribir una historia de bondad en la vida de sus hermanos, especialmente aquellos que han hecho algo desagradable y equivocado. Con una palabra, un abrazo, una sonrisa, podemos transmitir a los demás lo más valioso que hemos recibido: el perdón.

Gestos de ternura del perdón gratuito

Antes de concluir su catequesis, el Santo Padre saludó cordialmente a los peregrinos de lengua española venidos de España y Latinoamérica, en modo particular saludó a los alumnos del Seminario Menor de Tui-Vigo, en su 60 aniversario de fundación, acompañados por su obispo, Luis Quinteiro Fiuza.

“Pidamos al Señor que nos dé la gracia de saber escribir una historia de bien en la vida de nuestros hermanos – invocó el Papa – y de transmitirles con gestos de ternura la experiencia del perdón gratuito que Él nos ha dado. ¡Feliz Pascua de Resurrección! Que Dios los bendiga”.