Todo está preparado para que a principios de junio, en la localidad de Durango, dé comienzo el rodaje de Cristiada, una película que protagonizará Andy García en el papel de Enrique Gorostieta Velarde, caudillo que se pondrá al frente de un destacamento cristerio en Jalisco.

El film contará también con la participación de Eduardo Verástegui, el intérprete de Bella, que vuelve así a la pantalla grande tras recientes un brillante paso por cortos como el impactante El circo de la mariposa. En Cristiada, Verástegui interpretará a Anacleto González Flores (18881927), beatificado por Benedicto XVI en 2005 como mártir de la rebelión de los católicos mexicanos contra la virulenta persecución desatada en los años veinte por Plutarco Elías Calles.

La nueva película, producida por New Land Films, será dirigida por Dean Wright, ayudante de dirección en Las Crónicas de Narnia y El Señor de los Anillos, con guión de Michael Love. Está previsto que el rodaje dure tres semanas en distintos enclaves de territorio mexicano. Contará también con la interpretación de Karyme Lozano, otra actriz que, como Verástegui, combate firmemente en defensa de la religión y de la Iglesia.

Otra participación destacada será la de Rubén Blades, el cantante salsero panameño que inmortalizó el tema «Pedro Navaja». Y, efectivamente, «la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida», como que por fin la epopeya católica mexicana de los cristeros vaya a tener un reflejo cinematográfico adecuado.

Entre 1926 y 1929, un auténtico ejército de cruzados se enfrentó a la persecución religiosa del gobierno masónico mexicano en nombre de Cristo Rey. La gesta tuvo tanto héroes militares como mártires de la Fe, entre ellos el célebre sacerdote Miguel Agustín Pro, beatificado también, que murió fusilado con los brazos en cruz y ofreciendo su sacrificio por la conversión del tirano Calles.

La actuación de parte del episcopado mexicano, que tras pactar con el gobierno que se respetaría la vida de los cristeros, les conminó a rendirse (siendo inmediatamente masacrados y encarcelados por millares), es uno de los elementos más discutidos de aquella guerra.


Andy García, de origen cubano, no ha ocultado nunca sus convicciones cristianas y su oposición al gobierno comunista de Fidel y Raúl Castro. «Es importante tener fe», declaró en una entrevista: «Pienso que puede suponer una buena compañía y una seguridad en momentos muy difíciles de la vida. No soy un fan de la cita de Kart Marx que señala que la religión es el opio del pueblo. Fui educado como católico y todavía soy católico. Todos mis hijos fueron educados en la fe católica, y creo que la única forma de enseñarles sobre religión y valores es mediante el ejemplo. No puedes decir: “Debes hacer esto pero yo voy a hacer otra cosa"».

García, de 54 años, natural de La Habana, está casado y tiene cuatro hijos. Fue nominado en 1990 para el Oscar al mejor actor de reparto por El Padrino III, y es el actor latino de mayor éxito en Hollywood.