La institución que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez decidió este sábado intervenir la gestión de CajaSur, tras rechazar la caja andaluza su fusión con Unicaja. El presidente de la entidad, el sacerdote Santiago Gómez Sierra, ha sido destituido, junto con el resto de consejeros.

De esta forma el Cabildo de la Catedral de Córdoba, histórico fundador de CajaSur, cede la administración al FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), tras la negativa del sindicato mayoritario, Aspromonte, vinculado también a la Iglesia, al ajuste laboral que se establecía como condición para la no intervención.

CajaSur presenta problemas de solvencia y morosidad, con unos recursos propios de 444,3 millones de euros frente a los 967,5 que exige la ley, y una tasa de morosidad del 6,43%, superior al 5% que presentaba la Caja de Castilla-La Mancha cuando fue intervenida en marzo de 2009.

Según informa la Agencia Efe, el obispo de Córdoba respalda la actitud del Cabildo catedralicio, que en su momento apoyó acogerse al FROB para garantizar la continuidad de la caja y los depósitos de los impositores. En declaraciones a Infocatólica, monseñor Demetrio Fernández afirmó que «la Iglesia ha estado dispuesta a perderlo todo con tal de salvar los puestos de trabajo de CajaSur».

Los nuevos administradores mancomunados de CajaSur, nombrados este sábado por el Boletín Oficial del Estado, serán José Antonio Iturriaga Miñón, Tomás González Peña y Francisco Orenes Bo.